Los mercados confían en Megawati para que el FMI reanude la ayuda
La composición del nuevo Gobierno de Indonesia es esperada con expectación y optimismo por los mercados. Se espera que la nueva presidenta del país, Megawati Sukarnoputri, anunciará los nombres del nuevo Ejecutivo el próximo viernes y los analistas confían en que el renovado Gabinete sirva para que el Fondo Monetario Internacional (FMI) reanude el desembolso de 400 millones de dólares (75.200 millones de pesetas), congelado desde diciembre.
La inestabilidad política provocada por la incapacidad del anterior presidente, Abdurraman Wahid, hundió la cotización de la rupia y provocó una fuga de capitales. El FMI y el Banco Mundial paralizaron sus programas de ayuda, a la vista de que el mandatario no cumplía con las exigencias de austeridad presupuestaria, transparencia de las cuentas económicas y garantías de independencia para el banco central.
Tras la destituir al dirigente el 23 de julio, la situación ha mejorado: la rupia es ya la moneda asiática que mejor se comporta frente al dólar y se ha apreciado ya un 2,4%. El índice de la Bolsa de Yakarta también está registrando ganancias superiores al 2%, aunque las incertidumbres y demoras en cuanto a la formación del nuevo Ejecutivo han despertado cierto recelo entre los inversores. También hay dudas sobre la capacidad de gestión de Megawati, de la que sus opositores afirman que tiene "una escasa formación política" y que ha aprovechado la fama de su padre, Sukarno, el artífice de la independencia de Indonesia.
El país, uno de los más castigados por la crisis de las naciones emergentes de 1997-98, necesita inminentemente la ayuda internacional para hacer frente a sus pagos. La deuda externa representa más del 17% del PIB.
El retraso en la formación del nuevo Gabinete se debe a las reivindicaciones de los distintos partidos que han apoyado la moción de censura con Wahid. El presidente de la Asamblea Consultiva del Pueblo (el Senado), Amien Rais, también reclama su porción en el Gobierno. Rais goza de una gran popularidad entre los estudiantes, un colectivo cuyas revueltas de 1998 derrocaron al dictador Suharto. También se especuló con que los militares reivindicarían entrar en el Gabinete, pero un portavoz del Ejército lo ha desmentido. El comportamiento de los militares ha sido clave en el cambio político, rechazaron el intento de Wahid de declarar el estado de emergencia y han mantenido la neutralidad en todo momento, sin alterar el proceso democrático. Megawati deberá responder ahora a las esperanzas despertadas.