El precio que pagó EnBW por Cantábrico frena un pacto con EDP
Los 27,3 euros por acción que la alemana EnBW, a través de Ferroatlántica, pagó en Cantábrico se han convertido en un obstáculo para el aumento de la participación de EDP en la compañía asturiana. Una solución que es apoyada por Rato y que se justificará en Bruselas.
Cuando queda más de un mes para que se cumpla el plazo que el Gobierno tiene para decidir sobre los derechos de voto de los accionistas extranjeros de Cantábrico, se amplían las conversaciones de las empresas implicadas con el departamento que dirige Rodrigo Rato y de ellas entre sí. El objetivo de las compañías (la alemana Energie Baden-Württemberg y Electricidade de Portugal) es lograr un acuerdo de reparto de poder y del capital que sea acorde con la posición del Ejecutivo español, que ya prácticamente conocen aunque todavía no esté cerrada.
La entrevista que Rato celebró la pasada semana con su homólogo portugués, Mario Cristina de Sousa, fue un paso más para perfilar una solución, que consiste entre otros temas en el aumento de la participación de EDP en Cantábrico. A cambio, el mercado de Portugal (más abierto que el de Francia y Alemania, según el informe de la Comisión Nacional de la Energía) elevaría las facilidades a las eléctricas españolas.
Pero este diseño se enfrenta aún a diversos problemas, como los compromisos suscritos por la empresa alemana con Ferroatlántica, que tiene prevista una ampliación de capital para darle entrada. EnBW, que desde mayo admitió traspasar parte de sus acciones de Cantábrico a EDP, ve con reticencia la actitud del Gobierno español, más proclive al grupo luso. Además, en las conversaciones se plantea que los 27,3 euros por acción pagados por Ferroatlántica en su OPA a Cantábrico es un precio muy alto.
Por su parte, el presidente de EnBW, Gerhard Goll, dejó entrever ayer en Berlín que por el momento no tiene ningún interés en vender las recién adquiridas participaciones en Cantábrico: "Por ahora, no hay motivo para pensar en este escenario. Se está buscando una vía para solucionar los problemas".
Goll se mostró muy conciliador: "Ni la reacción del Gobierno en Madrid ni la de la Comisión Europea obedecen a un intento de volver a cerrar el mercado español. Más bien son una medida de presión para seguir avanzando en la liberalización europea". EnBW, socio de Ferroatlántica, está participado en un 25% por EDF.
Durante un seminario organizado por EnBW, Goll asimismo criticó fuertemente la manera cómo se ha liberalizado el mercado alemán, en el que los obstáculos para el desembarco de competidores siguen siendo grandes.
El ENI, posible solución italiana para Edison
El Ente Nazionale d'Idrocarburi (ENI) puede convertirse en la solución que Mediobanca busca para la segunda eléctrica italiana Edison, filial del grupo Montedison. El ENI, cuarta petrolera europea y que quiere convertirse en generadora de electricidad (constituyó ENI Power con ese fin), está interesada en la adquisición de Edison, según medios empresariales de ese país. La citada entidad financiera transalpina busca una alternativa que paralice la estrategia diseñada por Electricité de France (EDF), que tomó recientemente el 25% de Montedison, con la vista puesta en su participada eléctrica. Y, en esta línea, la dirección de Edison ha rechazado la proposición de cooperación lanzada por el grupo público francés. Su consejero delegado, Giulio del Ninno, señaló ayer que su compañía dispone de las capacidad financiera necesaria para su desarrollo, por lo que no precisa de apoyos adicionales. El director general de EDF, Loïc Caperan, había manifestado la pasada semana que deseaba que Edison se convirtiese desde su actual situación de empresa de tamaño restringido en "un grupo mayor". Edison, por su parte, opta a la compra de Elettrogen, que Enel ha puesto en el mercado, pero la participación de EDF en su empresa matriz puede ser un importante impedimento.