Las dudas sobre la economía de EE UU pesan más en Bolsa que el recorte de tipos
Aún es pronto para saber el impacto que tendrá en las Bolsas la política monetaria impuesta de la Reserva Federal, la más agresiva que se recuerda. Históricamente, los recortes de tipos de interés han favorecido la recuperación de los mercados. Las dudas sobre la economía estadounidense y la falta de confianza del inversor podrían retrasar el rebote, según los expertos.
Con el temor a la recesión aún sobre el mercado, los analistas esperan inestabilidad en el corto plazo, pero confían en un futuro repunte. La gran amenaza es, según los expertos, que la agresividad de la Fed provoque más inflación que crecimiento. Algo que retrasaría la recuperación económica y añadiría incertidumbre a las Bolsas.
La Reserva Federal, en su apuesta por la reactivación de la economía, ha recortado los tipos de interés 2,5 puntos desde comienzos de año. Esta política, la más agresiva en magnitud y rapidez de la historia, ha situado el precio del dinero en el 4%. En otros periodos de crisis y desaceleración económica, los recortes de tipos de interés han favorecido la recuperación de las Bolsas.
Establecer un paralelismo exacto con otras épocas es una tarea estéril, pero según un estudio de Citibank, existen tres periodos que pueden servir de referencia. El primero abarca de 1973 a 1976, el segundo de 1978 a 1984, y un tercero transcurre entre 1987 y 1992. Las crisis que afectaron los dos primeros ciclos estuvieron ligadas al repunte del precio del petróleo. En la última etapa la desaceleración vino motivada por un exceso de demanda generado en el sector privado.
En el periodo menos favorable (1973-1976), el Dow Jones subió un promedio anual del 3%. La subida que alcanzó el 6,1% entre 1978 y 1984 y superó el 10% entre 1987 y 1992. Exceptuando el primer periodo donde el Nasdaq cedió un 2,6%, en el resto de las etapas también primaron las ganancias para el índice tecnológico. Entre 1978 y 1984 subió un 9,2% anual de media y otro 13,9% entre 1987 y 1992.
Los expertos esperan que la recuperación económica actual sea más rápida que en etapas de desaceleración anteriores. Según Ahorro Corporación, en el peor de los casos la mejoría llegará en el primer semestre de 2002.
En la crisis de 1990, que no es comparable a la actual por tratarse de una época de tipos de interés e inflación altos, la Reserva Federal actuó cuando la desaceleración ya se había profundizado. La intervención logró reanimar la economía y las Bolsas salieron adelante. Entonces el miedo a la recesión había calado en el sentimiento de mercado, tal y como ocurre en la actualidad. Según señala Susana García, de Gaesco Bolsa, "queda por ver si el entusiasmo inversor de entonces se repite en la actualidad".
La crisis actual, derivada de un exceso de inversión, está caracterizada por un nivel de ahorro muy bajo en las familias y por una alto endeudamiento de las empresas. Según Ahorro Corporación, esta situación está impidiendo que las Bolsas, a diferencia de ocasiones anteriores, reaccionen con fuertes subidas.
Un contexto bajista de tipos es clave para la recuperación de las Bolsas, pero no es suficiente. Según José Luis Martínez, de Citigroup, con los tipos a la baja y las Bolsas baratas sólo falta la confianza de los inversores para que el mercado remonte. "Una cosa es que los analistas esperen la recuperación y otra muy distinta es que los inversores inviertan". Opinión que comparte Miguel Ángel Peñasco, de Merrill Lynch.
Martínez confía en la recuperación a largo plazo, pero admite la existencia de muchas incertidumbres a corto plazo, como el precio del petróleo y la propia desaceleración. Señala como gran amenaza la inflación.
Por otra parte, Joan Bonet, de Credit Suisse Private Banking, considera que "para experimentar una subida sostenida es importante que las empresas sigan invirtiendo".
Los resultados empresariales centran
la atención de los inversores
Los últimos nueve meses han tenido una significado especial en las Bolsas del mundo. Los movimientos a la baja de los tipos de interés, muy acusados en Estados Unidos, no han provocado el alza inmediata de las acciones.
Operadores, inversores y analistas no acaban de entender la situación, porque, desde siempre, la caída de tipos ha supuesto el alza inmediata de las acciones. Se ha roto, por tanto, una secuencia histórica.
La ruptura, apuntan los mejores analistas, obedece al progresivo deterioro de las cuentas de resultados de las empresas, que constituyen una variable destacada a la hora de fijar precios objetivo por acción.
Los malos resultados empresariales no palian, así, el efecto benefactor inducido por los recortes de tipos. O en otros términos, un importante número de empresas cotizadas mantienen precios muy por encima de sus datos fundamentales.
Los bajos tipos de interés terminan, no obstante, por aumentar la liquidez en el sistema y, con ello, mejorar los índices de consumo. Pero mientras esto se confirma, los mercados estarán pendientes esta semana de los resultados empresariales y de la Reserva Federal.