Bruselas cierra la frontera catalana a la exportación de cerdo
La Comisión Europea decretó ayer el cierre de la frontera catalana para evitar la propagación de la peste porcina clásica (PPC). La prohibición afecta a la exportación de cerdos vivos y de esperma de esta especie.
El veto de las exportaciones es una medida de urgencia adoptada desde Bruselas a la espera de la decisión que tome el comité veterinario permanente en la reunión prevista para el viernes de la próxima semana. El cierre de fronteras durará, en principio, hasta el próximo 30 de junio.
También ayer el laboratorio del Centro de Investigaciones de Sanidad Animal de Madrid confirmó la existencia de un foco de peste porcina clásica en una granja de Soses (Lleida), propiedad de la empresa Procam.
El miércoles pasado ya se sacrificaron los 2.053 cerdos de esta granja como medida preventiva para evitar la propagación de la enfermedad.
Además se ha dictado la inmovilización total de cualquier tipo de ganado en un círculo de tres kilómetros alrededor de la granja de Soses. En un segundo círculo de 10 kilómetros también ha quedado prohibido el movimiento de ganado porcino, excepto del que va al matadero para el consumo. La PPC es una enfermedad de muy fácil contagio entre el ganado porcino, pero que no causa ningún efecto en las personas.
Pruebas en Aragón
Tanto el sindicato agrario Unió de Pagesos como la coordinadora catalana de alimentación animal, producción y transformación avícola y cárnica Procarnia han solicitado que se actúe con contundencia ante el brote de PPC.
Las investigaciones que se están llevando a cabo apuntan que el origen del brote podría haber sido el traslado de caballos de Rumania a Lleida en un camión que antes había sido utilizado para trasladar cerdos enfermos.
El Gobierno de Aragón también ha analizado las granjas de Huesca colindantes con Lleida y no ha encontrado en ninguna síntomas de PPC hasta la fecha.