Las tensiones inflacionistas alejan una nueva rebaja de tipos de interés
El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) decide hoy si mantiene invariables o no los tipos de interés en la zona euro, mientras se recrudecen las tensiones inflacionistas en el área.
Cinco Días Madrid
Los temores a un repunte inflacionista derivado del encarecimiento del petróleo en los mercados internacionales alejan la posibilidad de una bajada de los tipos de interés en la zona.
Los mercados financieros esperan que el Consejo de Gobierno del BCE mantenga hoy las tasas en el 4,5% actual. La mayoría de los analistas opina que no habrá una reducción, bien hasta su próximo encuentro en Dublín, el 21 de junio, o incluso, hasta el segundo semestre.
Representantes del grupo EMU Monitor, que reúne a economistas expertos en el BCE, señalaron ayer en Francfort que no creen que se den las condiciones para un recorte de las tasas "en los próximos meses". Para este foro de analistas, en la situación actual el banco europeo debería evitar cualquier movimiento "que aumente el riesgo de avivar tensiones inflacionistas".
Por otra parte, las recientes declaraciones del presidente del banco europeo, Wim Duisenberg, hacen prever que el BCE no tocará de momento los tipos. Duisenberg señaló la pasada semana que la actual política monetaria de la entidad es la "adecuada, dadas las condiciones actuales".
La inflación de la zona euro podría haber alcanzado el 3,5% en mayo, debido al impacto de los recientes incrementos del precio del crudo. Los datos de Eurostat se conocerán la próxima semana. Además, los expertos cuentan con que el precio del petróleo suba aún más a corto plazo, tras la decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de no modificar sus cuotas actuales de producción.
La preocupación por el aumento del precio del crudo es compartida por los ministros de Finanzas de la zona euro, que el martes advirtieron en el último Ecofin que será necesario vigilar el precio del crudo y "mantener el diálogo" entre países productores y consumidores.
Sin embargo, el BCE se encuentra en una posición complicada, ya que las previsiones de crecimiento para el área siguen siendo bajas y numerosos economistas consideran que la reducción de los tipos, de 0,25 puntos, del 10 de mayo fue insuficiente para animar el crecimiento económico.
La confianza de los principales agentes económicos en la coyuntura económica de los Doce bajó cuatro puntos en mayo, por quinta vez consecutiva. En el Reino Unido, por su parte, el Comité Monetario del Banco de Inglaterra mantuvo ayer invariables, en el 5,25%, los tipos de interés británicos, después de que en los últimos cuatro meses los recortara en tres ocasiones.
Por otra parte, los mercados financieros creen que el Consejo de Gobierno del BCE debatirá en su reunión de hoy la posibilidad de una intervención para sostener el euro, cuyo valor se depreció ayer de nuevo frente a la divisa norteamericana hasta alcanzar los 0,844 dólares.
Asimismo, el máximo órgano rector del banco dará previsiblemente el visto bueno a sus proyecciones económicas semestrales hasta 2002, que se publicarán la próxima semana en el boletín de junio. En la primera serie de previsiones, publicadas por la entidad en diciembre de 2000, el BCE situó el aumento del IPC armonizado para 2001 en una amplia franja, entre el 1,8% y el 2,8%.