EE UU se implica más en Oriente Próximo y nombra un mediador
El secretario de Estado de Estados Unidos, Colin Powell, anunció ayer el nombramiento del embajador de Jordania, William Burns, como mediador en el conflicto de Oriente Próximo. Esta decisión supone un cambio en la política seguida hasta ahora por la Administración de George Bush, que se ha caracterizado por la no intervención en el conflicto.
Powell hizo el anuncio a la vez que analizaba y apoyaba el informe de la Comisión Mitchell sobre el agravamiento de la violencia entre árabes e israelíes, que se hizo público oficialmente ayer en Nueva York.
Sin embargo, Powell se mantuvo distante de la recomendación de dicho informe en lo relativo a la interrupción de los asentamientos judíos, el punto más controvertido del informe. "No está ligado con el cese de la violencia", dijo.
El informe, realizado por el ex senador George Mitchell tras su visita a la zona, considera necesario el cese de la violencia para poder retomar las negociaciones de paz, pero exige que no continúe la construcción de asentamientos judíos en las zonas ocupadas de Gaza y Cisjordania, considerados ilegales internacionalmente.
Los palestinos también mostraron su apoyo al informe y pidieron la convocatoria de una cumbre para acordar el fin de la violencia. Un portavoz del primer ministro israelí, Ariel Sharon, rechazó la propuesta hasta que paren los ataques.
Por su parte, el ministro de Exteriores de Israel, Simon Peres, declaró a la CNN que no podían evitar que la evolución demográfica obligara a la construcción de nuevas casas.