Seis grandes empresas pujarán por la eléctrica brasileña Cesp Paraná
Seis empresas de Brasil, Estados Unidos, Francia y Portugal se han inscrito para participar en la subasta de la generadora brasileña de energía CESP Paraná que se celebrará el próximo 16 de mayo. Esta empresa será la última en ser privatizada de la división del sistema de generación de la Companhia Energética de São Paulo (Cesp).
De un total de nueve interesadas, la brasileña CEMIG, la francesa EdF, la portuguesa EDP y las estadounidenses Duke Ener-gy, AES y NRG, han sido las únicas empresas que presentaron las solicitudes de participación a las autoridades del Estado de São Paulo, propietario de la empresa que será privatizada.
La española Endesa, la belga Tractebel, la estadounidense Southern Electric y la brasileña VBC, que también habían expresado interés en comprar la CESP Paraná, no entregaron los documentos requeridos en la Bolsa de Valores de São Paulo, donde se llevará a cabo la subasta.
La gran sorpresa entre las inscritas la dio la brasileña CEMIG, ya que es una empresa pública del Estado de Minas Gerais, cuyo gobernador, el ex presidente Itamar Franco, es un acérrimo enemigo de las privatizaciones.
El 38,67% de las acciones de Cesp Paraná que pertenecen al Gobierno paulista será ofrecido en subasta por un precio base de 1.739 millones de reales (147.823 millones de pesetas).
En la Bolsa de São Paulo las acciones de Cesp se dispararon un 8,9%, a 19,8 reales, ante las buenas noticias sobre las empresas que iban a participar en la privatización.
Cesp Paraná, que fue creada en diciembre de 1966, como Centrais Elétricas de São Paulo a partir de la fusión de 11 empresas de energía eléctrica, será la última compañía en ser privatizada de las tres que resultaron de la división del sistema de generación de la Companhia Energética de São Paulo (CESP).
La primera de ellas fue la productora Paranapanema, que fue comprada en 1999 por el grupo estadounidense Du-ke Energy por 688 millones de dólares (128.656 millones de pesetas), y la segunda fue Tieté, adquirida en el mismo año por 472 millones de dólares (88.264 millones de pesetas) por un consorcio liderado por la también estadounidense AES.
La subasta de Cesp Paraná fue programada en un principio para diciembre del año pasado, pero fracasó por falta de empresas interesadas en su compra.
El Gobierno de São Paulo espera con la venta de Cesp abrir el mercado eléctrico brasileño a la inversión privada, lo que es considerado como un hecho clave para la superación de la actual crisis energética del mayor país de América Latina.
El pasado año CESP batió el récord de generación de energía, superando en un 6,05% la producción de 1999. Las seis plantas que tiene la compañía generaron el pasado año un total de 32.499,3 gigavatios-hora (GWh) frente a los 30.625,09 GWh de 1999.