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La OCDE rebaja el crecimiento mundial y pide tipos más bajos

La OCDE presentó ayer su informe semestral sobre las perspectivas económicas, en el que revisa a la baja el crecimiento mundial desde el 3,2% al 2%. La zona euro, una de las mejor paradas en estas predicciones, debería consolidar su coyuntura con una rebaja de tipos de interés, mientras que las recomendaciones que dedica a España se centran en una mayor flexibilidad del mercado laboral.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) condicionó ayer el crecimiento del empleo en España a una "profundización" en la reforma del mercado laboral, que calificó de "tímida".

En su informe semestral sobre la coyuntura económica mundial, la OCDE considera que la reforma laboral española ha introducido más flexibilidad en el mercado, gracias a los menores costes de despido en diversos colectivos con contratos indefinidos y a tiempo parcial. Pero la organización exige más reformas. Por ejemplo, en los contratos temporales cuyas indemnizaciones por despido han crecido.

Crecimiento del 2,9%

La OCDE prevé que España crezca este año un 2,9%, esto supone una reducción de seis décimas respecto a su previsión inicial de diciembre y 0,3 puntos por debajo de las estimaciones del propio Gobierno. La embajadora española en la OCDE, Elena Pisonero, comentó que la institución cree "necesarias" reformas en el mercado de bienes y señaló que la OCDE ve "muy probable" que el Ejecutivo alcance este año el objetivo de equilibrio presupuestario e, incluso, pueda llegar al superávit.

Sin embargo, la inflación es la cruz de la economía española. Los precios siguen creciendo este año, pese a que han desaparecido las tensiones inflacionistas en el mercado del petróleo. La OCDE quiere presionar al Ejecutivo español para que aplique una política presupuestaria más restrictiva. "La inflación española se ha mantenido sobre el 4% en los primeros meses, con lo que el diferencial con el IPC armonizado de la eurozona sigue creciendo. Más inflación que la media de los 12 significa tipos de interés reales mucho más bajos, con lo que las condiciones monetarias son más relajadas y permiten una política presupuestaria más dura", explica el informe.

Sobre el aspecto de los precios, el consejero económico de la embajada española en la OCDE, Ángel Torres, señaló que este organismo cree que "sin un ajuste fiscal adicional no es probable que la inflación subyacente disminuya significativamente. La OCDE advierte de que el principal riesgo en el escenario actual es que las tasas de inflación se trasladen a los salarios, lo que reducirá la competitividad. En su informe, la OCDE también sugiere al Banco Central Europeo (BCE) que siga la senda de la Reserva Federal de EE UU y rebaje los tipos de interés, que actualmente están en el 4,75% para los 12 países de la zona euro. "La recuperación del euro frena una de las fuentes de presión inflacionista en la zona euro, lo que le da a la entidad suficiente margen de maniobra", dice el informe.

El economista jefe de la OCDE, el italiano Ignazio Visco, calificó de "muy buena" la gestión del BCE en estos dos años, pero insistió en la idea de la reducción del precio del dinero, ya que "no hay presiones inflacionistas a la vista y una medida de este tipo daría confianza a los mercados". "No le pedimos agresivamente al BCE que haga algo, sino que le recomendamos", añadió sonriente Visco, que actuó como portavoz del organismo en la presentación del informe.

Lucha contra la inflación

Por otra parte, el economista jefe de la OCDE rechazó que la meta de la entidad monetaria de crecimiento del 2% del IPC sea "un mal objetivo". La lucha contra la inflación es el principal argumento del BCE para no bajar los tipos. De hecho, el vicepresidente de la entidad, Christian Noyer, criticó el miércoles los presupuestos expansionistas de algunos de los Gobiernos de la eurozona, que "no favorecen el control de la demanda agregada ni de las presiones inflacionistas". La OCDE estima que la UE crecerá este año un 2,6%, lo que supone un recorte de 0,5 puntos a su proyección inicial.

 

Buenas perspectivas económicas para el año que viene

No hay que alarmarse, la OCDE ha rebajado 1,2 puntos la previsión de crecimiento de este año en su área. Pero la tormenta escampará en 2002: "Hay razones para pensar que los factores que están contribuyendo a la desaceleración económica se disiparán a partir del segundo semestre", afirmó ayer Visco, que estima el crecimiento de la OCDE en 2002 en el 2,75%. La institución internacional, donde están representados 30 países, elogia la "rapidez" con que ha actuado la Reserva Federal de EE UU, que ha reducido los tipos de interés en dos puntos del 6,5% al 4,5%, en cuatro bajadas sucesivas, inyectando liquidez en los mercados. La actuación de la Reserva, junto con la relajación de los precios del petróleo, que la OCDE estima en 25,8 dólares por barril este año, hacen prever un escenario optimista para 2002.

Con todo, EE UU será el país más afectado por la crisis económica mundial y su PIB sólo crecerá un 1,7%, en contraste con el 5% del año pasado y frente al 3,5% previsto inicialmente. No obstante, persisten los malos augurios para Japón. La OCDE fija en el 1% el crecimiento del PIB japonés para este año y para 2002. Inicialmente, el crecimiento previsto por la organización para 2001 era del 2,3%. La OCDE recomienda a Japón la "política expansiva que haga falta para terminar con la deflación". Otras recomendaciones son de acelerar las reformas estructurales para aumentar la posibilidad de inversiones y la rees-tructuración radical de los créditos impagados, piedra de toque del débil sistema bancario japonés.

Para la zona euro, la previsión para 2002 es del 2,7%. La reducción de tasas en algunos países europeos, políticas monetarias poco expansivas y una cotización del crudo más baja son los signos que la OCDE identifica para esperar un repunte en el crecimiento del bloque europeo.

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