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La demanda externa restará menos del 0,4% al PIB

El Gobierno está estudiando revisar la aportación negativa del sector exterior al crecimiento del PIB en 2001, fijada inicialmente en el 0,4%, y que las estimaciones más optimista apuntan a que podría llegar a ser "nula o, incluso, ligeramente positiva".

Los responsables económicos del Gobierno están firmemente convencidos de que la aportación negativa del sector exterior al crecimiento de la economía será en el año 2001 sensiblemente mejor al 0,4% que figura en los objetivos de la ley presupuestaria.

Así lo aseguraba recientemente el secretario de Estado de Comercio, Juan Costa, y en esta línea están trabajando ya los técnicos de Economía, que incluirán las nuevas estimaciones sobre la evolución del sector exterior dentro de la anunciada revisión general del cuadro macroeconómico aprobado para el año en curso.

Aunque la nueva cifra está todavía pendiente de que se despejen las incertidumbres respecto a los efectos de la recesión de EE UU sobre las economías europeas y el crecimiento del comercio mundial, en el seno del Gobierno se considera que la previsible contracción de los intercambios comerciales tendrá un mayor impacto en la importación que en las exportaciones por lo que las previsiones más optimistas apuntan a que la contribución final del sector exterior al PIB podría ser "nula o, incluso, ligeramente positiva".

Para apoyar esta hipótesis se insiste, asimismo, en la sensible reducción del crecimiento de la demanda interna, que estará también por debajo del 3,9% previsto en los Presupuestos del Estado, además de en la rebaja de la factura energética y en la mejora de la competitividad de nuestras exportaciones en el área dólar por la depreciación del euro.

La evolución seguida durante el año pasado, en el que la aportación negativa del sector exterior al crecimiento económico fue finalmente de sólo el 0,1% frente al 0,6% previsto inicialmente, el aumento en las expectativas de pedidos a 12 meses de las empresas exportadoras que reflejan las encuestas y la tendencia de los ingresos por turismo que crecen a un ritmo casi cuatro veces superior al de la entrada de visitantes son, asimismo, factores que avalan el optimismo del Gobierno.

La revisión de la contribución al PIB del sector exterior implicará también una mejora en la evolución del déficit comercial, reflejada ya en las cifras de los dos primeros meses, y que al final del ejercicio podría crecer por debajo del 18%, frente al 32,2% del pasado año.

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