_
_
_
_

El FMI rebaja al 2,5% el crecimiento este año de los países del euro

Los países de la zona euro no escaparán de la desaceleración mundial. El FMI revisará a la baja su previsión de crecimiento de este año para las economías de la zona desde el 3,4% estimado en otoño y del 2,7% de hace apenas 15 días hasta el 2,5%. Para evitar males mayores, el organismo internacional aconseja al BCE bajar los tipos de interés.

Los efectos de la desaceleración mundial se están dejando sentir con rapidez sobre las economías europeas. Frente a las constantes declaraciones de sus principales responsables económicos y, en especial, del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Wim Duisenberg, en sentido contrario, la zona euro tendrá este año un crecimiento menor de lo inicialmente previsto co-mo consecuencia de la desaceleración en Estados Unidos y la situación de Japón, que roza la recesión.

El director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Horst Köhler, anunció ayer en Berlín que el organismo rebajará su previsión de crecimiento para las economías de la zona euro hasta el 2,5%, nueve décimas menos de lo previsto en otoño y dos décimas menos que lo estimado hace apenas 15 días. Entonces un alto directivo del fondo aseguró a Reuters que el organismo iba a revisar su previsión de crecimiento para la zona euro hasta el 2,7%.

Köhler intervino ayer en una sesión conjunta de las Comisiones de Finanzas y Exteriores del Parlamento alemán junto al presidente del Banco Mundial, James Wolfenson. El FMI presentará a finales de mes sus nuevas previsiones de crecimiento.

La respuesta europea a esta revisión no se hizo esperar. El presidente de turno del eurogrupo, el ministro belga de Economía, Didier Reynders, reconoció desde Atenas que el crecimiento de este año en la zona euro se situará "entre el 2,5% y el 3%", aunque insistió en que los Doce mantienen su confianza en el crecimiento de la zona euro, a pesar de la preocupación que suscita en Europa la situación de Estados Unidos y Japón.

Hace poco más de 15 días, en su reunión del pasado 11 de marzo, los ministros de Economía del eurogrupo insistían en que los 12 países de la zona euro no se verían afectados por la desaceleración estadounidense y que crecerían este año el 3%, la misma estimación que mantiene el BCE en sus previsiones y algo inferior al 3,2% previsto por la Comisión Europea para este año. La Comisión, sin embargo, ya ha anunciado una revisión a la baja de sus proyecciones que presentará a finales de mes.

Revisiones en cadena

De hecho, algunos países europeos ya han empezado a anunciar que revisarán a la baja sus previsiones de crecimiento para este año. Es el caso de Francia, que reconoció la semana pasada que su economía crecerá este año un 2,9%, desde el 3,3% inicialmente previsto. El Gobierno español también ha apuntado, ya que la economía no crecerá el 3,6% fijado en los presupuestos, aunque insiste en que el PIB será este año superior al 3% y, con ello, a la media europea.

Ayer, el ministro alemán de Finanzas, Hans Eichel, no descartó que su Gobierno tenga que revisar también a la baja sus previsiones de crecimiento, que actualmente se sitúan en el 2,75%, y situarse más cerca del 2,6%.

En Alemania, la primera economía de la zona, los principales institutos privados ya han revisado sus estimaciones y prevén un crecimiento en torno al 2%. Los últimos indicadores apuntan una fuerte ralentización de la economía como consecuencia de la caída de las exportaciones y la debilidad de la demanda interna. La desaceleración tendrá también consecuencias presupuestarias. Eichel no excluyó ayer que, por este motivo, la recaudación fiscal sea este año inferior a lo previsto.

Aun así, Eichel insiste: "Aunque la economía crezca un poco menos en Europa seguirá siendo más robusta que en el resto del mundo".

A pesar de la rebaja del crecimiento que suponen las declaraciones de Köhler, si se cumplen las estimaciones del FMI sería la primera en muchos años que Europa registra un crecimiento anual superior a Estados Unidos. En 2000, las economías de la zona euro crecieron el 3,4%, frente al 5% de la economía estadounidense, aunque en los últimos trimestres del año el crecimiento ha sido superior en Europa.

 

La economía mundial evitará la recesión

Horst Köhler se esforzó ayer por transmitir un mensaje de relativa calma ante la situación mundial, minimizando en su intervención el riesgo a una recesión global. El máximo responsable del fondo reconoció que la economía mundial crecerá este año el 3%, frente al 4,2% estimado en otoño y el 3,4% previsto el mes pasado.

Sin embargo, Köhler reconoció que la economía mundial se encuentra en "una fase crítica" y que su crecimiento, aunque logre evitar la recesión, quedará lejos del 4,8% alcanzado el año pasado.

"Sobre todo, hay suficiente margen para la política económica y otras medidas para reducir el riesgo de recesión", insistió el director gerente del fondo.

Horst Köhler apuntó que la reciente crisis turca, que saltó por los aires tras un enfrentamiento entre el primer ministro y el presidente del país, es una clara evidencia de la necesidad de que haya estabilidad política detrás de un programa de saneamiento económico.

"No acepto que los mercados globales de capital tengan prioridad sobre la política, pero por otra parte los políticos deben darse cuenta de que en una economía abierta la estabilidad política es la clave para ganar la confianza de los inversores", señaló.

 

Köhler aconseja al BCE una bajada de tipos

El director gerente del FMI consiguió ayer revolucionar las instituciones europeas. Durante su intervención Köhler señaló que Estados Unidos y Europa tienen margen suficiente para rebajar los tipos y evitar así una recesión.

A su juicio, Europa debería seguir el modelo estadounidense. "Estados Unidos ha demostrado correctamente decisión, a través de agresivas rebajas de tipos y, si fuera necesario, tiene suficiente margen de maniobra", apuntó. "Un recorte de tipos por parte del BCE sin duda sería de gran ayuda para la economía europea".

Tanto los banqueros centrales europeos como los responsables de la política económica comunitaria defendieron la política del BCE.

Su vicepresidente, Jürgen Stark, defendió la autonomía del banco en materia de política monetaria y aseguró que la entidad no modificaría sus decisiones al hilo de las medidas que vaya adoptando la Reserva Federal de EE UU.

El presidente del euro grupo también reaccionó a la contra: "Es sorprendente que una institución internacional como el FMI se pronuncie sobre los tipos de interés y la política monetaria de un banco central independiente, cuando además defienden la existencia de la independencia de las entidades emisoras", criticó Deyders.

A pesar de la reacción de los responsables europeos, lo cierto es que las presiones crecen sobre Win Duisenberg para que apruebe una próxima rebaja de tipos que favorezca el crecimiento en la zona euro. Sin embargo, el BCE emitió el viernes un comunicado en el que reiteró de forma explícita que su política monetaria seguía siendo de espera, con el fin de valorar la evolución de los precios en la zona.

Köhler también atacó ese flanco. "En estos momentos y en esta situación, las presiones inflacionistas no son un tema de preocupación", subrayó.

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Archivado En

_
_