Aznar asegura que la autoexclusión de Rato no altera su sucesión
La renuncia de Rodrigo Rato a competir como candidato del PP a la Presidencia del Gobierno en las elecciones de 2004, expresada en distintos medios durante las últimas semanas, no altera los planes sucesorios de José María Aznar, según afirmó ayer el propio presidente en La Moncloa.
En una comparecencia conjunta con el primer ministro de la República Checa, Milos Zeman, José María Aznar entró ayer en el tema de su sucesión, obligado por las preguntas de los periodistas. Al comentar las últimas declaraciones de Rodrigo Rato en las que se autoexcluye de la carrera sucesoria abierta en el PP, el presidente afirmó: "Lo que ha declarado el vicepresidente segundo y ministro de Economía no me coge de sorpresa en absoluto y, por tanto, no me produce ninguna alteración de planes".
Aznar añadió que es partidario, "aunque a algunos les parezca una manía", de respetar siempre las normas "cuando se trata de cuestiones de decisión política global, tanto en el Gobierno como en el partido". Con ello intentó hacer ver el malestar que le producen las noticias y las declaraciones en torno al proceso sucesorio en su partido, una dinámica que tiene dificultades para frenar.
El presidente afirmó que el PP no elegirá formalmente a su próximo candidato a la Presidencia del Gobierno hasta que haya un horizonte electoral cercano, "cosa que no parece que se tenga por qué producir hasta bien entrado el año 2003", abundó.
Aznar salió también al paso de las críticas surgidas dentro de su propio partido por la opacidad con la que ha resuelto el reajuste ministerial motivado por la nominación del ex ministro del Interior Jaime Mayor Oreja como candidato del PP a lehendakari.
Afán de secretismo
El presidente desmintió ayer que tenga "especial interés por el secretismo" en esta cuestión y en lo que afecta a su sucesión. "Nuestro partido, como en una democracia madura, elegirá a su candidato y estoy convencido de que será muy buen candidato y de que ganará las elecciones", señaló. En su opinión, el PP "es el único que puede gobernar con plenas garantías España durante un periodo largo de tiempo".
No todos los dirigentes del PP se creen a pies juntillas la autoexclusión de Rato, al menos con la misma intensidad con la que él la expresa y con la naturalidad con que la acoge públicamente el presidente del Gobierno.
El portavoz de economía del Grupo Popular, Vicente Martínez Pujalte, quien tuvo gran protagonismo en la reciente presentación del libro de Eduardo Zaplana El acierto de España, señaló ayer que aún es pronto para escuchar pronunciamientos como el del vicepresidente segundo. "Las decisiones personales son personales, pero aún queda mucha legislatura", precisó.
Martínez Pujalte se deshizo en elogios hacia el vicepresidente segundo, bajo cuyo mandato, dijo, la economía española "ha vivido momentos excelentes". A su juicio, Rodrigo Rato "ha jugado, juega y jugará en los próximos años una tarea de primer orden".
Una retirada con dos años de anticipación
La autoexclusión de Rato de la carrera sucesoria no es cosa de ahora. El pasado 12 de febrero, en una entrevista con Cinco Días, el vicepresidente segundo afirmaba, sobre sus aspiraciones a relevar a Aznar: "Ya me he pronunciado muchas veces y mi respuesta siempre ha sido que no... Cuando se tienen casi 52 años tiene que pedírselo uno mismo, y si algún día tengo que hacerlo, mi respuesta será no... Es mi decisión".
La del vicepresidente segundo es una renuncia que se produce dos años antes de que se inicie formalmente el proceso sucesorio, según el calendario previsto por el propio Aznar. En enero del año que viene se celebrará el congreso nacional del PP y meses más tarde deberán elegirse los candidatos a las elecciones municipales y autonómicas previstas para 2003. Para entonces se habrán producido ya los descartes suficientes como para saber si los nombres que ahora circulan como posibles sucesores de Aznar cuentan realmente con posibilidades.
Rato sí sorprendió a su propio partido y a algunos ministros, entre ellos a Juan José Lucas, cuando tras el reciente reajuste ministerial derivado de la salida de Mayor Oreja de Interior opinó que las nuevas competencias encomendadas al vicepresidente Mariano Rajoy no otorgan a éste ventaja alguna para convertirse en el elegido.