Los dueños de Aceralia tendrán el 20% del líder mundial del acero
El boceto de lo que será el nuevo gigante de la siderurgia mundial se presentó ayer en Bruselas. En New Co, la denominación provisional de la sociedad que surgirá de la integración de Aceralia, Arbed y Usinor, antiguos accionistas de Aceralia tendrán una participación del 20,1%; la luxemburguesa Arbed, un 23,4%, y la francesa Usinor controlará la mayoría del capital, con un 56,5%. La operación, según anunció el todavía presidente de la siderúrgica española, José Ramón Álvarez Rendueles, no supondrá el cierre de ninguna planta en España ni un ajuste de plantilla.
No tiene nombre, pero sí fecha de constitución, siempre que las autoridades comunitarias no lo impidan. En otoño de este año nacerá la nueva sociedad que dará lugar al mayor grupo mundial del acero, con una plantilla de 110.000 trabajadores, plantas en cuatro continentes, una facturación de 30.000 millones de euros, unos 45 billones de pesetas y una producción de 46 millones de toneladas de productos planos, largos e inoxidable.
Para la constitución de este gigante, que desplazará a la coreana Posco del primer puesto de la clasificación mundial, se creará una empresa que se encargará de hacer la oferta pública de acciones sobre Aceralia, Arbed y Usinor. Según este diseño, se fijará una ecuación de canje de siete acciones de Aceralia por ocho de la nueva compañía. Diez títulos de la nueva por uno de Arbed y una acción del nuevo líder mundial por cada título de Usinor. La operación está condicionada a conseguir el 75% del capital de cada una de las actuales siderúrgicas. El valor neto de las sinergias, según sus cálculos, superará los 2.000 millones de euros, unos 332.000 millones de pesetas.
El montante global de la operación de integración puede superar los 950.000 millones de pesetas si se tienen en cuenta las últimas cotizaciones de las tres empresas. La nueva sociedad, con sede en Luxemburgo, cotizará en las Bolsas de París, Bruselas, Luxemburgo y Madrid.
En la multitudinaria rueda de prensa donde el presidente de Usinor, Francis Mer, hizo valer su papel de liderazgo en todo este proceso y en la futura compañía, aseguró que la operación busca ser más fuerte en Europa y también en el mundo. Dijo que el nuevo grupo, que mantendrá su pacto con Nippon Steel, cuya cuota de mercado en Europa se acerca al 40%, será un ejemplo y muy importante "por capitalización, volumen de negocio y de creación de valor para el accionista".
La compañía estará copresidida por Francis Mer y Joseph Kinsch, máximo responsable de Arbed. En el consejo de administración habrá cinco consejeros de Usinor y otros cinco de Arbed y Aceralia. Al máximo órgano de gobierno accederán también tres representantes sindicales, uno de los cuales será español. En la cúpula ejecutiva, dirigida Fernand Wagner, se ha colocado Guillermo Ulacia uno de los directores generales de Aceralia y Roland Junck, un directivo que procede de Arbed que trabaja en la siderúrgica española.
La fusión tendrá un importante ahorro de costes. En los próximos tres años será de 300 millones de euros, unos 50.000 millones de pesetas, que se ampliarán hasta los 700 millones de euros (116.000 millones de pesetas) hasta 2006. Y permitirá una reducción de las inversiones como consecuencia de la integración, que está estimada en 350 millones de euros (58.000 millones de pesetas).
En el plano industrial, las plantas españolas saldrán reforzadas. La idea es que el nuevo grupo potencie las instalaciones cercanas a la costa, lo que otorga protagonismo al eje productivo de Gijón y Avilés (Asturias). También la acería compacta de Vizcaya duplicará su producción para pasar a fabricar 1,8 millones de toneladas de bovina en caliente. Rendueles desveló que el pasado jueves se garantizó al presidente de la SEPI, Pedro Ferreras, que se cumplirán los compromisos adquiridos en la privatización de Aceralia hace más de tres años: mantener las inversiones y no reducir empleo.
Prima teórica del 44% para la española
Puesto que una acción de la compañía fusionada equivaldrá a una acción de Usinor, será la acción de esta la que sirva de referencia hasta que se ejecute la operación. Usinor cerró el viernes a 14,05 euros y los accionistas de Aceralia recibirán ocho acciones de la fusionada por cada acción propia. Tomando Usinor como medida, eso son 112,4 euros por cada siete acciones de Aceralia o 16,06 euros por cada título de la española, lo que supone una prima teórica del 44,3% sobre la última cotización (11,13 euros).
Los accionistas de la luxemburguesa Arbed salen más beneficiados, pues reciben el equivalente a 10 títulos de Usinor (140,5 euros) por cada uno de sus títulos, un 64% más que los 85,5 euros a que cotizaban.
La duda es si esas altas primas no pasarán factura a la acción de Usinor, reduciendo en la práctica la prima para Arbed y Aceralia. Si el mercado concluye que la fusión no crea valor -sino que sólo lo transfiere-, el equilibrio estaría en unos 12 euros por acción de Usinor, pero bastaría con que el mercado valorase en 1.000 millones de euros -la mitad de lo anunciado- las sinergias para lograr que la acción de Usinor resista y la prima no se chafe.
El nuevo grupo tendrá el estatuto de sociedad europea
Antes incluso de decidir el nombre de la compañía resultante de la fusión de Aceralia, Arbed y Usinor o de haber obtenido la luz verde de las autoridades comunitarias (se prevén cinco largos meses de investigación), las tres empresas sí que tienen ya decidida no sólo la sede social, Luxemburgo, sino también que la personalidad jurídica del futuro líder mundial del acero sea la de sociedad europea.
Un estatus cuyo reglamento aún ni siquiera existe ("nuestros expertos calculan que será realidad dentro de tres o cinco años", pronosticó el presidente de Aceralia, José Ramón Álvarez Rendueles), pero que puede alejar de nuestro país, como en este caso, el domicilio de las grandes multinacionales que decidan acogerse a él en el futuro.
Y es que el estatuto de sociedad europea favorece un modelo de cogestión laboral al cual el Gobierno de José María Aznar sólo levantó el veto en la cumbre de Niza tras obtener una cláusula de excepción para España. Según ésta, ninguna sociedad europea que surja tras una fusión podrá domiciliarse en nuestro país si el modelo de cogestión no ha sido aceptado por la mayoría de los trabajadores.
El consejo de administración de la futura acería reservará tres puestos para los representantes sindicales, uno procedente de cada país de origen de las tres empresas (España, Francia y Luxemburgo).
Sociedad de cabecera
En este caso Aceralia y sus socios constituirán un holding que bien podría haberse registrado en España sin mayores explicaciones, si bien han optado por aprovechar la base luxemburguesa para adoptar "un estatus como el de sociedad europea que responde a la naturaleza internacional del nuevo grupo", afirmó ayer Joseph Kinsch, presidente de Arbed.
En el terreno fiscal, la opción del principado centroeuropeo supone, según los datos de la Comisión Europea, un gravamen del 37,45%, frente al 36,66% que hubiera supuesto en Francia o el 35% en España (incluidos, en los tres casos, el impuesto local sobre beneficios).