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Bruselas propone la armonización fiscal de los planes de pensiones

La Comisión Europea (CE) propondrá el próximo mes la eliminación de todas las barreras fiscales que obstaculizan aún la creación de fondos de pensiones transfronterizos. Ayer mismo, en una audiencia pública celebrada en el Parlamento Europeo, el sector clamó por esta armonización fiscal para poder reducir los costes de gestión de los fondos y aumentar la rentabilidad de sus productos.

En esa audiencia pública, Othmar Karas, en su condición de ponente del Parlamento Europeo, aportó su evaluación sobre la propuesta de directiva (ley comunitaria) de regulación de los fondos de pensiones complementarios presentada por la CE. El europarlamentario popular advertía que ese texto excluye los aspectos fiscales de los fondos, a pesar de que constituyen "un impedimento significativo a la movilidad de los trabajadores dentro de la Unión Europea".

Para Karas, la eliminación de cualquier discriminación fiscal "es de una importancia decisiva para la efectiva consecución del mercado único para fondos de pensiones complementarios".

Apenas tres horas después de esta queja, el comisario de Mercado Interior, Frits Bolkestein, anunciaba ante otro foro (en la clausura de unas jornadas sobre pensiones en un centro de estudios independiente) que "la Comisión prepara una comunicación para resolver estos aspectos, que se publicará el próximo mes. El principal punto serán los obstáculos fiscales a la comercialización de planes de pensiones transfronterizos".

El comisario atendía así el clamor de empresas multinacionales y gestoras de fondos que ayer señalaron unánimemente ante el Parlamento Europeo los costes de las barreras a la implantación de planes de pensiones transfronterizos.

Bruselas reconoce que las gestoras y las compañías de seguros que comercializan fondos de pensiones ligados al empleo "son las últimas entidades dentro de los servicios financieros que no disfrutan de las ventajas del mercado interior".

Aun así, gestionan ya 2.300 millones de euros (casi 400.000 millones de pesetas), la mayor parte en Reino Unido, Irlanda y Holanda, y podrían llegar a los 3.500 millones (un 50% más) en apenas cuatro años.

Según Bolkestein, la directiva que ahora tramitan el Parlamento y el Consejo Europeo "permitirá a los fondos de pensiones aprovechar todo el potencial del euro, del mercado único y de la comercialización transfronteriza". La nueva regulación sólo excluye de su ámbito los planes individuales de ahorro a largo plazo.

Salvo ciertas reservas (en cuanto a reglas prudenciales y composición de la cartera de inversiones), el sector financiero ha acogido positivamente una ley que Hans Melchiors, jefe de la división de pensiones del Hypove-reinsbank, no dudó ayer en calificar de "imprescindible".

La ausencia de un mercado único en fondos de pensiones, constata el europarlamentario Karas, provoca desventajas para los trabajadores cuyas contribuciones y derechos adquiridos pueden quedar desprotegidos cuando cambian de empresa.

También para los empresarios, alertó Richard Desmond, en nombre de la Confederación Europea de Organizaciones Empresariales, "no poder ofrecer un plan de pensiones común en diferentes Estados miembros duplica los costos de nuestras empresas". La Federación Europea de gestores de Fondos de Pensiones, también presente en la audiencia, cifraba en 216 millones de pesetas el coste adicional que para una empresa supone el no poder ofrecer un único plan.

Desde el punto de vista de la rentabilidad, Bolkestein aseguró ayer que un ahorro del 0,5% en costes administrativos equivale a un incremento en el retorno de la inversión del 20%. La diversificación de la cartera (con mayores riesgos autorizados) maximizará esa rentabilidad.

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