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El Ibex cae un 2,71%, el mayor retroceso en el último mes y medio

El Ibex 35 perdió ayer el 2,71%, la caída más grande desde el 15 de diciembre. Fue una sesión típicamente bajista, con numerosos valores perdiendo más del 4%. Pero, a pesar del retroceso, el mercado español sigue con la mirada puesta en los 10.000 puntos. Alrededor de esta cota el Ibex está consolidando las ganancias de enero.

El mercado está en una fase de indefinición. El efecto enero ha dejado en el zurrón de los bolsistas unas jugosas plusvalías, del 8,11% en el Ibex 35 y muy superiores en determinados valores. Las ganancias han sido obtenidas gracias a la mano de Alan Greenspan, que ha orquestado la expansión monetaria más brusca en varios años.

Pero, una vez que se han cumplido las expectativas que alimentaron la subida, el mercado pierde su referencia en el horizonte. Y en esas está ahora la Bolsa, atrapada sin estímulos para subir más allá del 10.100, pero a sabiendas del sinsentido que sería volver a mínimos en estos momentos.

Así, por más que la caída haya sido brusca y dejase temblando a numerosos miembros del Ibex, apenas alejó al índice de la cota de los cinco dígitos. Un movimiento horizontal y estrecho que dura ya dos semanas.

Terra baja con fuerza

Lo que más pesó en la sesión de ayer fue el mal comportamiento de Terra y el retroceso de su matriz Telefónica. La crisis en la cúpula directiva lastraba a la empresa de Internet un 6,49%. Ha perdido un 15,5% en las últimas dos sesiones por este motivo y ha frenado en seco la fuerte escalada que registraba desde principios de año. Aun así, gana un 34,4% en 2001. La teleco, por su parte, caía un 3,18%, en línea con otros valores de un sector contagiado por el retroceso del Nasdaq.

Endesa e Iberdrola, que recibieron la luz verde del Gobierno para su fusión, cerraron con descensos del 1,23% y el 1,34%, respectivamente, pero su influencia en la caída general del mercado fue limitada.

Otro punto en contra del Ibex ayer fue la banca, pues entre BBVA y BSCH restaron casi 100 puntos al índice. BBVA cedió el 2,85%, y BSCH, el 3,17%. Ambos bajaron más que el índice europeo de banca.

Así las cosas, el Ibex fue el peor gran índice de la zona euro. Toda una novedad, pues desde que comenzó 2000 el mercado español se había convertido en la estrella de Europa. Mientras el Ibex perdía más del 2%, Francfort, París y Londres limitaban sus pérdidas.

El mercado, en fin, está en una fase de consolidación que entra dentro de lo razonable. Hay que digerir muchas noticias negativas y, perdida la referencia de los recortes de tipos a corto plazo, la tentación de vender es fuerte.

 

Los valores pequeños siguen en el candelero

Una semana más, los valores de pequeña capitalización han ofrecido las oportunidades más jugosas. De hecho, entre los 30 mejores títulos del índice general esta semana, sólo se han colado dos miembros del Ibex 35, las eléctricas opables Unión Fenosa e Hidrocantábrico, con sendas revalorizaciones del 4,93% y el 3,32%, respectivamente.

Los restantes puestos de cabeza en la semana se los reparten valores pequeños, más conocidos como chicharros. Esta semana Amper y Tecnocom lideraron las subidas. El primero, espoleado por los rumores sobre una eventual OPA, ha subido un 20,44% en cinco sesiones.

El segundo ha ganado un 18,62% gracias a la más pura especulación. A los observadores del mercado se les antoja difícil una fusión con Amper y lo único que ha ofrecido la antigua corporación IB Mei esta semana ha sido un volumen de negocio que aleja el miedo del inversor.

Ahora bien, los primeros que iniciaron la moda de la chicharrería están comenzando a pagar excesos. Adolfo Domínguez y Pescanova, que lideraron avances más o menos racionales en semanas pasadas, han sido en las últimas cinco sesiones los dos peores valores del mercado continuo.

 

2. Menos capital requerido

Una de las modificaciones más importantes que contempla el proyecto de real decreto se refiere a los requisitos para la creación de fondos de inversión mobiliarios (FIM) y fondos de inversión en activos del mercado mobiliario (Fiamm). En ambos casos se reduce drásticamente el capital mínimo exigido para su formación. Hasta ahora era necesario disponer de un mínimo de 500 millones de pesetas para la creación de un fondo mobiliario. Una vez aprobada la nueva normativa, sólo se necesitarán 50 millones de pesetas. Para los fondos monetarios se exige un mínimo de 100 millones de pesetas, frente a los 1.500 millones requeridos en la antigua legislación. No obstante, una vez creado alguno de estos fondos, las gestoras dispondrán de seis meses para alcanzar el patrimonio anterior, esto es, 500 millones para los FIM y 1.500 millones para los Fiamm. Fuentes del sector afirman que dicha modificación beneficiará a las gestoras más pequeñas, que podrán crear un fondo con poco dinero y obtener más patrimonio a través de las suscripciones de los partícipes.

El proyecto de real decreto reduce, asimismo, los plazos máximos de que dispone la Administración para autorizar la creación de nuevas Instituciones de Inversión Colectiva, que pasa de seis a tres meses.

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