La ola de despidos en Estados Unidos llevó la tasa de paro al 4,2%
La ola de despidos puesta en marcha por las compañías estadounidenses se dejó notar en la tasa de paro, que en enero subió del 4% al 4,2%. Sin embargo, a pesar de la desaceleración económica, EE UU generó 268.000 nuevos puestos de trabajo y los pedidos a manufactureras crecieron un 1,1% en diciembre.
La tasa de paro de Estados Unidos creció en enero del 4% al 4,2%, el nivel más alto en 16 meses. Sin embargo, se crearon 268.000 nuevos puestos de trabajo, el mayor aumento desde abril y el triple de lo previsto por los expertos.
Es decir, que a pesar de la fuerte desaceleración registrada en el ritmo de crecimiento económico, Estados Unidos sigue generando empleos a buen ritmo.
Más de la mitad de los nuevos puestos correspondió al sector de la construcción, que había puesto en marcha despidos masivos en noviembre y diciembre debido al mal clima. Con lo cual, los economistas no tienen claro si la fuerte generación de puestos de enero es sólo estacional.
Stephen Slifer, de Lehman Brothers, calificó los datos de empleo como "más robustos de lo que esperábamos", pero mantuvo su previsión de crecimiento del PIB para el primer trimestre del año en un modesto 1%.
Los datos del Departamento de Trabajo confirman que el sector manufacturero es el que atraviesa más dificultades.
El empleo en este sector cayó por sexto mes consecutivo, con 65.000 puestos menos (254.000 empleos perdidos desde junio), debido, sobre todo, al espectacular ajuste de plantilla de la industria de automoción (38.000 despidos).
Chrysler y General Electric
La cifra seguirá creciendo en los próximos meses. Chrysler acaba de anunciar que suprimirá 26.000 puestos y General Electric ha confirmado que su fusión con Honeywell se saldará con un severo ajuste de plantilla (el conglomerado industrial no quiere hacer oficiales las cifras, pero la prensa estadounidense habla de hasta 75.000 despidos).
El sector manufacturero, que representa una quinta parte de la economía de EE UU, lleva seis meses consecutivos de declive y está oficialmente en recesión. Sin embargo, el Departamento de Comercio anunció ayer que los pedidos a fábricas crecieron un 1,1% durante el mes de diciembre (frente al 0,6% previsto por la mayoría de los expertos).
El repunte estuvo provocado, sobre todo, por el aumento en los pedidos de aviones comerciales, un apartado que suele ser bastante volátil. Excluyendo la industria del transporte, que incluye la aeronáutica, los pedidos a las manufactureras cayeron un 0,8%.
Dudas sobre qué pasará con los tipos de interés
Los inversores de Wall Street respondieron con nerviosismo a unos indicadores económicos que lanzan señales mixtas.
A pesar del incremento en la tasa de paro, la fuerte generación de empleos en enero y el repunte de los pedidos manufactureros pueden ser interpretados por la Reserva Federal como una señal de fortaleza económica que invita a ser más prudentes en su política de bajada de tipos.
De ahí que los índices bursátiles y los precios de los bonos del Tesoro respondiesen a los indicadores orientándose a la baja.
La Reserva Federal ha bajado los tipos de interés interbancarios un punto porcentual durante el mes de enero (colocándolos en el 5,5%) y, hasta ahora, la mayoría de los analistas esperaba que continuase abaratando el precio del dinero hasta colocarlo en torno al 5% (o menos) en los meses de mayo o junio.
Un alivio monetario que están esperando como agua de mayo tanto las empresas como los ciudadanos particulares (ambos con un alto nivel de endeudamiento).