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La CNE condiciona la OPA de EDP a la apertura del mercado luso

El organismo supervisor del mercado energético española, la Comisión Nacional de la Enería (CNE), realizará un informe preceptivo sobre la oferta pública de adquisición que EDP ha lanzado, en compañía de Cajastur, sobre Cantábrico. El criterio prioritario para aconsejar al Gobierno de forma favorable es que las eléctricas españolas encuentran en el mercado luso reciprocidad para penetrar en él. El ministro Rodrigo Rato negó ayer que la OPA tenga ya el visto bueno del Gobierno y le pronosticó dificultades.

La Comisión Nacional de la Energía (CNE) condiciona su pronunciamiento positivo en el informe que deberá realizar sobre la OPA de Electricidade de Portugal (EDP) a Cantábrico a la reciprocidad en la apertura del mercado de ese país para las empresas españolas. El organismo supervisor del sector energético que preside Pedro Meroño redactará un documento preceptivo sobre la operación para el Gobierno dada la participación del Estado portugués en la eléctrica lusa, en cumplimiento de la ley 55/99.

En esa norma se intenta controlar la presencia de las empresas públicas extranjeras en compañías españolas que operan en determinadas actividades. La CNE ya se pronunció cuando EDP entró en Iberdrola.

Según medios de este organismo, el criterio de reciprocidad, a través de la apertura del mercado eléctrico portugués para las empresas españolas, será básico. También se analizarán aspectos como "la objetividad, transparencia y equilibrio". Endesa, Iberdrola, Fenosa y Cantábrico pueden vender, y lo hacen, electricidad a grandes consumidores lusos, pero ésta debe quedarse en la frontera, ya que las citadas empresas no tienen acceso directo a sus clientes; EDP controla los activos de transporte. No obstante, los analistas destacan las grandes diferencias existentes entre la situación de EDP y de EdF en sus respectivos países.

Y el vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rodrigo Rato, negó ayer que la oferta lanzada por EDP y Cajastur sobre la eléctrica asturiana cuente con el aval del Ministerio de Economía, y adelantó que tendrá "dificultades" dada la participación de capital público en la eléctrica lusa, que asciende al 30%.

Añadió que el Ejecutivo español no tomará una posición frente a cualquier otra propuesta que se emita sobre la empresa asturiana si es desde el sector privado. Por el contrario, aseguró que el Gobierno no ve "con buenos ojos que, tras un proceso de liberalización y privatización en España, nos encontremos con que las empresas se nos vuelven a convertir en públicas a base de que las compañías no privatizadas extranjeras, en las que los Estados tienen una gran capacidad de decisión, puedan controlarlas", añadió.

En cuanto a la fusión de Endesa e Iberdrola, Rodrigo Rato afirmó que los dictámenes de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) y del Tribunal de Defensa de la Competencia (TDC) son "muy coincidentes". A su juicio, la autorización del Ejecutivo tendrá en cuenta que la operación asegure y mejore la calidad del servicio y la competencia, además de que suponga beneficios para consumidores y empresas.

Por su parte, el primer ministro portugués Antonio Guterres se manifestó sobre la OPA de EDP y dijo que, aunque la decisión era de "ámbito puramente empresarial y privado"", sería muy importante que tuviese "un resultado favorable para todos".

El consejo de administración de Hidrocantábrico tiene previsto celebrar hoy una reunión de su comisión ejecutiva, donde podría adoptar una decisión sobre la propuesta. Este organismo consideró la presentada por Ferroatlántica como"no solicitada e inadecuada", ante el precio ofrecido de 19 euros por acción. Por el contrario, la oferta de los portugueses se adapta a sus exigencias mínimas (24 euros).

La agencia de calificación Standard & Poor's anunció ayer que mantiene en observación con implicaciones negativas las calificaciones que asigna a EDP, tras la oferta por Cantábrico.

 

Los dos socios pactarán la presidencia

La caja asturiana y la eléctrica portuguesa pactarán el nombramiento o ratificación del presidente de Hidrocantábrico, según los acuerdos alcanzados por ambas entidades. Y es que todas las decisiones estratégicas se harán de forma consensuada.

Si se cierran todas las etapas que la OPA debe atravesar con éxito, el capital de la eléctrica asturiana quedará repartido así: 40% para EDP, 30% para Cajastur, mientras que el 30% restante estará distribuido entre socios minoritarios y posiblemente otros institucionales. De acuerdo con esta composición, la eléctrica portuguesa contará con cuatro consejeros, la caja tendrá tres y los otros accionistas los tres consejeros restantes.

Inversiones

El objetivo estratégico de la operación, por la que se valora la firma asturiana por encima de los 450.000 millones de pesetas, es convertir Cantábrico en la plataforma de operación de EDP en España y, en definitiva, crear la tercera eléctrica de la Península, que se convertiría en la segunda en caso de la fusión Endesa-Iberdrola.

A partir de la toma de control y de la gestión, las inversiones para hacerse con el 25% del mercado peninsular quedarán repartidas y coordinadas entre EDP y Cantábrico.

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