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Las últimas 'tostadoras' de compactos

El mundo digital ha entrado de lleno en las cadenas de alta fidelidad. La irresistible ascensión de las grabadoras de CD está relegando definitivamente a la vieja y obsoleta platina de casete.

L os equipos de sonido evolucionan hacia el mundo digital. En 1981 la salida del CD dio el primer aviso al vinilo. Nueve años después, los artistas sólo grababan en disco compacto y los antaño populares LP quedaron relegados a las estanterías de unos pocos coleccionistas. Ahora, las cintas de casete comienzan a agonizar en los grandes almacenes. Después de pasar 36 años acompañándonos con grabaciones musicales, la industria ha ofrecido la alternativa digital y el consumidor empieza a aceptarla. El motivo es que los aficionados nos hemos acostumbrado a la calidad y facilidad de uso de los discos y preferimos grabar en soportes que ofrezcan acceso instantáneo, limpieza de sonido y calidad digital.

Con 18 años de vida, el CD es el estándar indiscutible para escuchar música pregrabada en casa e incluso en el coche. Pero hubo que esperar hasta la segunda mitad de los noventa para grabar en disco. En 1996 la firma japonesa Pioneer presentó en el mercado el primer grabador de CD musicales de precio razonable -con vocación doméstica- capaz de registrar canciones desde cualquier fuente. Aquel equipo de Pioneer permitía pasar los discos de vinilo a CD, hacer copias de compactos musicales o, incluso, grabar en digital las cintas de casete -aunque esta última operación es poco recomendable-. Aquella grabadora era compatible con los CD convencionales y, además, podía copiar música en los llamados CD-R (CD Recorder). Unos discos que sólo se pueden grabar una vez.

Un año después, Philips destapó la función regrabación en el CD. Lanzó de forma masiva el CD-Rw (CD Regrabables) y Pioneer le secundó. Hoy, un buen número de firmas están comercializando equipos que regraban CD. Todos ellos son capaces de registrar y borrar discos CD-Rw. Sin embargo, debemos aclarar que no todos los lectores de CD del mercado son capaces de leer estos compactos CD-Rw. Sólo los más modernos que incluyen el indicativo multiread. Por este motivo, la mayor parte de los aficionados suelen usar discos CD-R. Unos compactos vírgenes muy económicos y absolutamente compatibles con cualquier reproductor del mercado.

Para esta comparativa hemos elegido seis equipos de alta calidad que suman a la simple función "copiar CD" otras prestaciones interesantes. Los aficionados con minicadena que quieren añadir a su estéreo esta función pueden acercarse al Philips CDR 570. Un módulo que, además de mantener la estética mini, ofrece funciones como la grabación sincronizada, autofinalización, editor de texto, conexiones analógicas y digitales, etc. Todo a un precio razonable (49.900 pesetas). Philips también propone un par de minicadenas completas con regrabadora de CD incorporada. Estéreos como el FW-R7 (89.000 pesetas) y el FW-R8 (109.900 pesetas).

Entre los módulos de tamaño convencional (43 centímetros de ancho) descubrimos un grabador de Yamaha de una sola bandeja. El Yamaha CDR-S1000 llama la atención porque incorpora un curioso procesador de campos sonoros (DSP). Aprovechando la reconocida experiencia de esta firma japonesa en el estudio del sonido en salas de conciertos de todo el mundo, los ingenieros han añadido al CDR-S1000 la posibilidad de grabar discos incorporando el efecto ambiente de locales reales. Un sistema que consigue, por ejemplo, que en el espacio reducido de un coche degustemos el sonido de un disco como se escucharía en un gran auditorio.

Manteniendo el tamaño convencional, la firma coreana LG Electronics propone una grabadora de doble bandeja sencilla y sin florituras. Sus mejores cualidades son que permite copiar discos a doble y a cuádruple velocidad y que marca un precio muy competitivo (69.900 pesetas). Para aquellos aficionados que quieren algo más, Pioneer les propone un modelo con dos bandejas, una de ellas con capacidad para tres discos. Con él podremos programar nuestras grabaciones combinando canciones de hasta tres CD diferentes. Este PDR-W839, además, añade una entrada frontal para teclado informático que nos permitirá añadir textos a los discos grabados. Es compatible con discos HDCD (discos digitales compatibles de alta definición) y DTS (Sistema de cine en casa digital) y permite hacer copias sincronizadas digitales.

La firma Denon apuesta también por la calidad en el CDR-W1500. Lo mejor de esta doble bandeja es que funciona como dos equipos de CD absolutamente independientes. El lector, compatible HDCD, incorpora los depurados filtros que la firma emplea en los lectores de alta gama. El grabador también puede actuar como un lector independiente ofreciendo cuatro opciones distintas de reproducción. Así, es posible alternar y mezclar las canciones a gusto del consumidor.

El último grabador propuesto es uno de los más completos. Con dos bandejas, permite escuchar CD de música, grabar compactos a partir de cualquier fuente y degustar películas en DVD (disco versátil digital de vídeo), el último formato para ver imágenes de cine en el televisor. Además, está equipado con un procesador interno Dolby Digital. El último invento en sonido espectacular para el televisor que imita el efecto envolvente de las mejores salas de cine. Gracias a este sistema, las bandas sonoras meterán de lleno al telespectador en la acción de la película.

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