CincoDías: el sueño de Paco Mora que se convirtió en realidad
Siete de los ex directores reflexionan sobre los 45 años de historia del periódico
Los 45 años de historia del periódico CincoDías tienen dos hilos conductores. El primero, la defensa a ultranza del rigor informativo: contar siempre la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad. Y el segundo, la impronta de uno de sus fundadores y primer director, Francisco Mora, quien soñó hace casi medio siglo con crear la primera cabecera española especializada en información económica y que, 45 años después, ha podido debatir con otros seis ex directores del periódico sobre el legado que ha tenido el proyecto de un puñado de periodistas.
Con motivo de la celebración del 45º Aniversario de la creación de CincoDías, se han reunido Francisco Mora, Fernando González Urbaneja, Javier Moreno, Jorge Rivera, Ricardo de Querol, Miguel Jiménez y José Antonio Vega. Estos siete periodistas, tras recordar las ausencias de otro ex director -Jesús Mota, fallecido hace tres años- han ido desgranando ese tapiz de la historia colectiva y empresarial española que ha supuesto el periódico que ahora dirige Amanda Mars.
“Si algo define el ADN de CincoDías es que ha sido y sigue siendo la escuela de Paco Mora, artífice del proyecto y que ha imprimido su sello de rigor y profesionalidad a varias generaciones de periodistas”, apuntaba Ricardo de Querol, conductor del debate.
Una de las características diferenciales del proyecto original fue que no tenía el respaldo de grandes grupos económicos y mediáticos. “CincoDías fue el sueño de siete periodistas, que nos agrupamos bajo la fórmula de sociedad anónima para lanzar el periódico, pero éramos más bien una cooperativa”, recuerda el primer director. Mora subraya que en esos años estuvieron al borde de la quiebra, pero lograron poner en positivo el proyecto gracias a una apuesta “por la información más que por la opinión”.
La propiedad de CincoDías cambió varias veces de manos en los primeros años, de los siete periodistas fundadores “a un inversor con pretensiones, luego por un grupo internacional con muchas ínfulas, para luego recalar al grupo Prisa”, recuerda Fernando González-Urbaneja, otro de sus directores. Ya desde los primeros tiempos la redacción se convirtió en una de las canteras más prolíficas de la prensa española, con periodistas que han acabado copando muchos otros puestos del grupo Prisa, de grandes compañías cotizadas y de medios de la competencia.
“Nunca recibí presiones por parte del grupo. Juan Luis Cebrián sí que me pidió que fuéramos influyentes y que no perdiéramos dinero. Y me prometió que cuando tuviéramos beneficios se quedarían para reinvertir en la cabecera. Pero en cuanto ganamos 200 millones, el grupo se lo repartió como dividendos”, rememora Urbaneja.
Durante la etapa de Urbaneja, España y otros países europeos adoptaron el euro. “Sí que recuerdo que hubo quien habló si nos tendríamos que oponer, pero desde el principio teníamos claro que éramos un proyecto muy europeísta”.
Uno de los periodos delicados para CincoDías llegó a mediados de la década de los 2000, tras la euforia de las puntocom. Javier Moreno, director en esa etapa, recuerda que la redacción había crecido mucho y estaba sobredimensionada, lo que provocó un ERE en la plantilla. El primero. “Paradójicamente, teníamos que transitar hacia una incipiente digitalización; sorber y soplar a la vez, lo que fue muy complicado. Con todo, creo que pudimos evolucionar y hacerlo bien”, resume Moreno.
En esos años, con la actualidad marcada también por el terrorismo islamista de los atentados del 11 de septiembre de Estados Unidos (2001) y el 11 de marzo (2004) en España, el periódico comenzó a ofrecer su primera versión digital. También acometió un profundo rediseño. “Cambiamos la cabecera y también el orden de las secciones, para tener una parte inicial muy larga dedicada a la información empresarial”.
Tras la salida de Javier Moreno, que acabó siendo director del periódico El País (también editado por el grupo Prisa) llegó la etapa de Jorge Rivera, el director que más años ha pasado al frente de CincoDías, 11 en total. “Yo empecé de becario con Paco Mora, y soy testigo directo de la escuela de rigor y dedicación que creó. En mis primeros días en la redacción tenía que lidiar durante horas con los metros y metros de teletipos de diferentes agencias que se extendían por el suelo y que había que ir desenrollando”.
Rivera recuerda que el periódico, además de construirse con una potente redacción de periodistas, también necesita de la labor de gerencia, de marketing, de recursos humanos. “Juani, Pepe, Cristina Pérez, María Frías, Yolanda Fraile... y muchos otros que me dejo, también han sido esenciales en la historia de esta cabecera, pero quiero destacar el trabajo de José Luis Mosquera, que siempre ha dado la cara por este periódico”.
Durante la década larga de Rivera al frente de CincoDías, España vivió una de sus etapas más convulsas en términos económicos, que culminó con el rescate que tuvo que brindar Bruselas para salvar al sector bancario del país. “Fue una época dura, donde también me tocó acometer un segundo ERE, que dejó muchas cicatrices, pero también fue un periodo bonito”, rememora. “Al final, otra de las características de Cinco Días es que somos como una gran familia, con sus cosas buenas, y también con las malas, como las peleas de cuñados”.
Uno de los grandes desafíos que ha afrontado desde entonces el periódico es la reconversión total del negocio de papel al negocio digital. “Ese fue el gran cometido de mi etapa en el periódico”, apunta Ricardo de Querol. Además, en mi etapa “reordenamos la oferta económica dentro del grupo Prisa para decantarnos en CincoDías hacia la información de empresas y mercados. Además, creamos un proyecto hermano, Retina, dedicado a la transformación digital”.
También empezó entonces un proceso imparable de mayor aprovechamiento de las sinergias entre CincoDías y El País, que se plasmó con el nombramiento como director del periódico de Miguel Jiménez, que compatibilizó su cargo con el de máximo responsable de la información económica de El País (tal y como ocurre ahora con la actual directora, Amanda Mars). “Tengo que decir que esa doble jefatura me resultó relativamente fácil, porque tenía personas de la máxima confianza en las dos redacciones. Además, me vino bien para ponerme en forma, porque tenía que subir y bajar de la primera a la segunda planta, entre las dos redacciones, 20 veces al día”, bromea Jiménez.
Otro de los alumnos de la escuela de Paco Mora fue José Antonio Vega, penúltimo director de la cabecera. “Yo cuando llegué al periódico casi no tenía trayectoria profesional, pero allí fue donde hice toda mi carrera. Para mí, CincoDías es mi vida”, subraya Vega. El periodista recuerda que en todos los puestos que ha tenido en el diario “siempre he podido trabajar con la máxima libertad, y esa ha sido otra de las máximas de esta cabecera”.
El ex director recordaba durante el coloquio las palabras de Felipe VI en la víspera -”la desinformación es un auténtico riesgo para la democracia”-, al apuntar que ahora la web “está llena de francotiradores de la información, que primero disparan y luego preguntan, que les da totalmente igual que les desmientan sus supuestas exclusivas”.
Los directores reconocen la importancia de que Prisa haya decidido apostar nuevamente por la cabecera y por un trabajo cada vez más sincronizado con El País y otros medios del grupo. “Durante muchos años, se nos ha dado mucho cariño y poco dinero, y eso ya era hora de que cambiara, porque merece la pena”, sentenciaba Vega.
Con cerca de 300 periodistas que han pasado por sus diferentes redacciones, CincoDías sigue siendo uno de los grandes referentes de la prensa económica en España y el sueño de un grupo de periodistas que 45 años después sigue siendo una realidad.