Las crisis y las bonanzas pasan, CincoDías permanece
Del blanco y negro del estreno se ha pasado a los colorines y los hipervínculos
Pasan las crisis y las bonanzas y aquí sigue CincoDías, el decano de la prensa económica española, escuela de informadores especializados y pequeña familia (nos llevamos bien pero también nos peleamos, y quizás nos gustaría ser más).
Del blanco y negro del estreno se ha pasado a las páginas web en colorines, con infografías, hipervínculos y noticias relacionadas que permiten bucear indefinidamente, dando al scroll, por la procelosa vorágine de las noticias económicas.
En sus 45 años de historia, se ha enfrentado al rechazo de quienes lo consideraban incómodo para sus intereses: Mario Conde retiró la publicidad cuando estaba al frente de Banesto (el tiempo dio y quitó luego razones) y la Telefónica de Juan Villalonga hizo lo propio años después, con motivo del escándalo de las stock options.
El periódico contó el rol de la economía en la llegada de la democracia en los años setenta y ochenta; luego vivió la explosión de la sociedad española en los noventa, y su continuación en los felices años 2000, cuando los euros se ataban con longanizas en la economía en general y en los medios en particular.
La crisis de 2008 fue una oportunidad para contar y explicar qué había provocado una burbuja financiera e hipotecaria global, pero, irónicamente, los acontecimientos que llevan al público a interesarse más por las noticias de economía son también los que acaban exigiendo de los equipos periodísticos un mayor esfuerzo laboral, al ir acompañados de la inevitable austeridad (compartida por toda la sociedad).
En los últimos años, los argumentos de fondo han sido la recuperación de la economía, los efectos de la pandemia de Covid-19 en la actividad (durante meses, el periódico se hizo de forma casi exclusivamente remota, con cada redactor confinado en su casa) y la crisis energética. Todo ello contado bajo la dirección de prestigiosos profesionales como Francisco Paco Mora (fundador), Ernesto Ekáizer o Fernando González Urbaneja, que le dieron un toque de espectáculo a los titulares; Jorge Rivera, el más longevo en el puesto y que comenzó su carrera como becario del periódico; Miguel Jiménez, otro histórico de la redacción, o José Antonio Vega, que pasó en ella tres décadas de su vida, en todos los puestos del escalafón.
Los periodistas que contarán la próxima gran crisis quizás no hayan escrito una línea aún; CincoDías estará allí para esperarlos.
La particularidad de la especialización
Un área tan particular de la información como es la económica exige esfuerzo de atención por parte del lector, de modo que no es extraño que muchos se salten las secciones de los periódicos generalistas dedicadas al asunto, quitando los temas más cotidianos, como vivienda o empleo. Tampoco falta algún periodista, como el que firma, que debutó en CincoDías sin haber leído una noticia sobre economía en su vida; ocurre que luego engancha, una vez que se entienden los conceptos básicos de la Bolsa y de los resultados empresariales.
La complejidad de este tipo de información requiere atención para explicarla con sencillez, pero sin perder rigor. Internet y otras tecnologías han facilitado enormemente el acceso a los datos macro y microeconómicos, pero demandan también una copiosa capacidad de filtrado para separar lo fundamental de lo accesorio. El hecho de que el propio lector pueda informarse directamente en las webs corporativas, descargándose los informes de resultados o de las cotizaciones, obliga a los medios a ser aún más precisos, si cabe, en la narración de los hechos y su análisis.
La repercusión inmediata de la web añade además la tensión de informar deprisa y con exactitud, con la responsabilidad que supone la influencia directa en la inversión. Fenómenos como el de las acciones meme o la fuga de depósitos de Silicon Valley Bank son una señal de que, en los nuevos tiempos de las aplicaciones móviles y la viralidad, los rumores se expanden a la velocidad de los virus.
El mundo de la política y el periodismo
El periódico contó en sus inicios con importantes apoyos en el mundo de la política, como el del ministro de UCD Agustín Rodríguez Sahagún. En aquella época era mucho más fácil acceder al Gobierno y a las autoridades en general, a través de sus secretarias, antes de la proliferación de los gabinetes de prensa.
El dato
El 3 de marzo de 1978 salió a los quioscos el primer número de CincoDías, que perfilaba a los nuevos jefes de la política económica de España.