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La venta de la exfilial incluía pagos aplazados

Abengoa tiene 290 millones de liquidez retenida en Befesa

Sede central de Abengoa en Palmas Altas, Sevilla.
Sede central de Abengoa en Palmas Altas, Sevilla.EL PAIS

La letra pequeña de los acuerdos de compraventa provoca de vez en cuando situaciones controvertidas en las empresas. En el caso de Abengoa, gigante de la ingeniería en preconcurso desde el 25 de noviembre, y con unas necesidades de liquidez de 450 millones de euros hasta marzo para cumplir con sus compromisos más ineludibles, como el pago de las nóminas y el abono a proveedores, la firma tiene atrapados 290 millones de euros en la venta de Befesa, filial de la que se desprendió hace dos años.

En julio de 2013 Abengoa vendió su filial dedicada a la gestión de residuos industriales al fondo Triton Partners. Una operación con la que el grupo de ingeniería optaba por centrarse en sus actividades estratégicas de entonces –ingeniería y desarrollo y operación de plantas termosolares– y que valoraba a su filial en 1.075 millones de euros. Eso sí, una vez descontada la deuda, suponía para la empresa de ingeniería sevillana embolsarse 620 millones de euros, de los que tan solo ha recibido 331 millones.

¿Y el resto? El detalle de la operación explicaba que se complementaban con 17 millones que se quedaban como depósito hasta el cumplimiento de determinados objetivos y otros 48 millones en una suerte de depósito con vencimiento a cinco años (es decir, en el verano de 2018) y que este año abonará un cupón del 6%, que alcanzará el 12% el ejercicio en que expirará.

A esto se sumaba otro pago diferido de 225 millones. Este abono se efectuaría a 15 años vista, según los términos del acuerdo, e incluso se podría ampliar unos 10 años adicionales en caso de que así lo quisieran los fondos de Triton.

La clave está en que si el comprador decide deshacerse de Befesa en cualquier momento, esos 225 millones de euros que debía abonar Triton a Abengoa se transforman automáticamente en el 14,06% de su exfilial.

Según el pacto, llegado el caso de la venta de Befesa por parte del fondo, Triton podrá solicitar a Abengoa que venda su participación en las mismas condiciones que él mismo. Una circunstancia que solo será válida en caso de que ese tercero adquiera tanto la participación de Triton en Befesa como la de Abengoa. En todo caso, el grupo de ingeniería al firmar la venta se guardó un as en la manga. Y es que, aunque Triton no le exija la venta de ese 14,06%, Abengoa lo podrá solicitar por sí misma y además con una condición suspensiva: “En este último caso, la venta será válida únicamente en el supuesto de que el tercer comprador compre también dicho 14,06%”.

La única forma de lograr liquidez con la venta de ese porcentaje se produciría en caso de que Triton decidiera salir de Befesa en el momento actual. “Esto no está en manos de Abengoa, aunque la liquidez vendría extraordinariamente bien en este momento”, indican fuentes cercanas a la compañía.

El acuerdo contempla también que, llegado el caso de que se produjeran circunstancias tales como la situación de insolvencia de una parte de Befesa, que la ratio de deuda neta respecto al ebitda alcanzase las ocho veces o que se incumplieran ciertos objetivos financieros en los últimos tres años del acuerdo, esos 225 millones se canjearían por el 14% de Befesa, que podría ser vendido por Abengoa.

Befesa, que tuvo una facturación de 651 millones de euros en 2014 y que cuenta con una plantilla de 1.860 trabajadores, tiene plantas de reciclaje en diez países, Alemania, España, Suecia, Francia, Reino Unido, Turquía y Corea del Sur.

Desde su compra por parte del fondo Triton IV, la compañía ha recibido una inversión de 30 millones de euros para la puesta en marcha de una nueva planta de reciclaje de aluminio en Alemania, ha adquirido el grupo Solarca y una participación de control en la empresa surcoreana Hankook.

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