Este vídeo del Samsung Galaxy Z TriFold muestra cuántas veces puedes abrir y cerrar su pantalla
Se ha comprobado lo que aguantan las bisagras integradas en la pantalla plegable en uso intensivo, y los resultados son bastante convincentes.
El Samsung Galaxy Z TriFold ya es una realidad en el mercado de los smartphones y es un nuevo intento por parte de la firma coreana de presionar en el segmento de los plegables. Con su diseño de triple pliegue y una pantalla que se transforma en un panel de 10 pulgadas, este dispositivo ofrece una experiencia de uso diferente y única. Sin embargo, más de uno se hace una pregunta: ¿cuántas veces se puede abrir y cerrar antes de que su mecanismo empiece a mostrar signos de desgaste? Y, esto, se ha resuelto gracias a un vídeo.
Hay que recordar que, durante su presentación, Samsung aseguró que el Galaxy Z TriFold soporta hasta 200.000 ciclos de apertura y cierre, lo que equivale a unos cinco años de uso normal -considerando unas 100 aperturas diarias-. Esta cifra es bastante alta -aunque inferior a la del Galaxy Z Fold 7, que alcanza los 500.000 pliegues-.
Antes de nada, algunos detalles técnicos
Hay que recordar que el Samsung Galaxy Z TriFold no solo destaca por su diseño, sino también por sus especificaciones: pantalla principal Dynamic AMOLED 2X de 10 pulgadas con resolución QXGA+, frecuencia de actualización de 120 Hz y brillo máximo de 2.600 nits. Incluye un procesador Snapdragon 8 Elite, 16 GB de RAM y opciones de almacenamiento de 512 GB o 1 TB. Su batería de 5.600 mAh admite carga rápida de 45 W y carga inalámbrica de 15 W.
El test de resistencia del Samsung Galaxy Z Fold 7
Un canal surcoreano ha decidido poner a prueba la durabilidad del Samsung Galaxy Z TriFold en un experimento retransmitido en directo. Durante varios días, tres presentadores se turnaron para abrir y cerrar el dispositivo de forma continua hasta que mostró signos de fatiga.
El resultado es bastante revelador: el primer indicio de desgaste apareció en una de las dos bisagras tras 61.000 pliegues, cuando comenzó a emitir un leve crujido. El segundo, donde la bisagra hizo lo mismo, ocurrió en torno a los 121.000 pliegues. Finalmente, sobre los 144.000 ciclos, la elasticidad del mecanismo cedió y el teléfono dejó de mantenerse completamente abierto sin aplicar fuerza adicional.
Lo interesante de esta grabación es que, a pesar de este fallo mecánico, la pantalla plegable siguió funcionando perfectamente, lo que indica que el problema se centra en la estructura y no en el panel. No se puede considerar que el dispositivo “se rompiera”, pero sí que su uso se volvió incómodo.
¿Influyen las condiciones del test?
Conviene matizar que esta prueba no refleja un uso cotidiano. El dispositivo fue sometido a un estrés continuo durante ocho días, algo que ningún usuario haría. Además, se colocaron sensores sobre la pantalla para contabilizar los pliegues, lo que también pudo alterar el comportamiento natural del mecanismo. Por ello, es probable que en condiciones normales el Galaxy Z TriFold alcance la cifra prometida por Samsung.
Resistencia al agua y otros aspectos
El Samsung Galaxy Z TriFold cuenta con certificación IP48, lo que significa que soporta inmersiones en agua dulce de hasta 1,5 metros durante 30 minutos. Sin embargo, no ofrece protección contra polvo, por lo que Samsung desaconseja su uso en playas o entornos arenosos. Este nivel de resistencia es adecuado para accidentes ocasionales, pero no para un uso extremo.
¿Qué esperar en el futuro?
El Samsung Galaxy Z TriFold es un producto de primera generación, y eso implica que existe margen de mejora. La firma coreana ya ha demostrado que puede perfeccionar sus bisagras con el tiempo, como ocurrió con la gama Fold. Es probable que las próximas versiones incorporen materiales más avanzados y mecanismos para las bisagras optimizados para reducir el desgaste y aumentar la vida útil. Pero, lo cierto, es que los resultados del vídeo son, cuando menos, convincentes.
