La imagen de los OnePlus 13 sumergidos en el agua, ¿es publicidad engañosa?
Hay datos que generan dudas


La polémica ha saltado con una de las marcas de las que más se comenta, OnePlus. La compañía hace alarde de su último smartphone, el OnePlus 13, con una clarísima invitación en su web a que lo sumerjamos en el agua sin problema con el lema “listo en todo tipo de climas” y “experimenta los niveles más altos de resistencia al agua y al polvo” aludiendo a la certificación IP69 e IP68 de sus terminales.
Hay que recordar que, en estas nomenclaturas, el primer dígito muestra la protección contra partículas sólidas como el polvo. El 6 significa que es totalmente hermético a este elemento. La segunda cifra es la que trae la polémica. Es el que indica la protección para líquidos y, por ejemplo, el 8 significa que el dispositivo puede estar bajo el agua a 1 metro durante 30 minutos. Que tenga un 9 no otorga más resistencia a las sumergidas, sino que denota una protección frente a chorros de corto alcance a presión y a alta temperatura.
Ahora bien, ¿significa que los móviles con esta certificación aguantan lo que prometen? Pues la realidad es que la IP69, como indican los compañeros de la fuente mencionada, no es un estándar europeo, sino chino, ya que la certificación depende de que el móvil cuente con una función en su software para emitir un sonido o vibración para liberar el agua que se queda en el micrófono o en el resto de orificios. Algo que no está disponible en Europa.

Cabe decir que todas las pruebas para la estanqueidad de los dispositivos, cualesquiera que sean, se hacen en laboratorio con agua con unas determinadas características. Las composiciones químicas en las piscinas o, no digamos, en el mar, ya adelantamos que son muy diferentes y que, en realidad, sigue siendo mejor no llevarlo en el bolsillo cuando nos metemos al agua.
Pérdida de garantía… ¿por hacer lo que la marca nos está diciendo que se puede hacer?
Pero la confianza que tiene la propia OnePlus en la resistencia de sus terminales parece también cuestionable dado que, si nos leemos esa letra pequeña que acompaña a los asteriscos que hay en su publicidad, nos encontramos cosas como: “la capacidad de resistencia al agua y al polvo puede disminuir debido al desgaste por el uso diario” y, además, “los daños causados por inmersión en líquidos no están cubiertos por la garantía”.
Y claro, es evidente el riesgo para un usuario que compra un teléfono que ronda los 1.000 euros y que se “vende”, al menos en su imagen oficial, como totalmente sumergible y resistente a otro, es palpable. Tanto como que la marca se lavará las manos, como podemos leer en el disclaimer al final de su página de producto con nada menos que 19 puntos sobre sus mensajes e imágenes publicitarias, si hemos sumergido el teléfono y se estropea, pese a invitarnos a hacerlo. Es más, en estos avisos, la propia OnePlus alerta de que incluso salpicaduras de lluvia podrían provocar problemas de audio durante las llamadas y que la solución es… “secar al aire libre” el móvil o sacudir el agua. Esto sin contar que no se hacen responsables, tampoco, si la diferencia de temperatura de un teléfono y el agua supera los 5 grados centígrados.
Quizás lo más grave, es que hay que llegar a esa “letra pequeña” para leer algo tan llamativo como “Las situaciones de la vida diaria difieren de las condiciones de laboratorio; por lo tanto, no sumerjas el teléfono en agua ni dejes que entre en contacto con agua de mar u otros líquidos como bebidas durante el uso diario.” Es decir, esto se puede interpretar como: “no hagas lo que te decimos en nuestra publicidad que puedes hacer, porque no se puede hacer”.

OnePlus no es una marca a recomendar en estos momentos
Como en todo, pasan los años. Si estamos hablando de OnePlus 13 es, más o menos, las versiones y años que lleva esta marca en el mercado, tiempo en el que se ha granjeado una pequeña cohorte de seguidores. Sin embargo, de los entusiastas al comienzo que recibían sus lanzamientos con admiración ya que se ofrecían terminales de altas prestaciones a precios competitivos hemos pasado una década después a una marca que tiene una importante falta de estrategia.
Superando la barrera de los 1.000 euros por terminal ya no son unos equipos con un buen acabado. De hecho, su último lanzamiento ha venido acompañado de polémica por los problemas de autonomía que arrastran sus últimos terminales, un set de cámaras que no acaba de afinar su rendimiento y un software que no está a la altura de la gama a la que apuntan los precios.