Los Samsung Galaxy S25 llegan con esta novedad en su carga de la que poco se habla
Es un importante avance para los procesos inalámbricos
El estándar Qi2.1 es el más moderno que existe para la carga inalámbrica. Esta tecnología promete una experiencia de carga más eficiente y cómoda, por lo que es interesante que se incluye en los equipos que ofrecen compatibilidad con este tipo de procesos. Pues bien, hay una buena noticia al respecto en los recientemente anunciados modelos de todas gamas de los Samsung Galaxy S25.
La compañía coreana ha conseguido lanzar con estos terminales los primeros smartphones en el mundo en ser compatibles con Qi2.1, que es una versión actualizada del estándar inalámbrico que fue presentada en el CES 2025. Esta nueva iteración introduce el concepto de “Qi2 Ready”, que permite a los fabricantes de teléfonos utilizar el protocolo en cuestión sin necesidad de integrar imanes en el propio dispositivo.
¿Qué es Qi2 y por qué es importante?
Qi2 es una evolución del estándar de carga inalámbrica Qi, desarrollado en colaboración con Apple, quien aportó su tecnología MagSafe al consorcio Wireless Power Consortium. Esto significa que los usuarios de Android podrán disfrutar de una experiencia de carga inalámbrica similar a la de MagSafe en sus smartphones.
La principal ventaja de Qi2 -y la nueva versión 2.1- es su mayor eficiencia energética, que se traduce en una carga más rápida y con menos pérdidas de energía. Además, la alineación magnética garantiza una conexión perfecta entre el teléfono y el cargador, lo que optimiza la transferencia de energía y evita el sobrecalentamiento.
¿Qué significa esto para los usuarios del Galaxy S25?
En esencia, lo que ha decidido Samsung es externalizar los imanes necesarios para la carga magnética Qi2 a las fundas protectoras. La compañía está colaborando con fabricantes de accesorios de terceros para crear opciones que permitan una experiencia de carga similar a la de MagSafe de Apple. Incluso, se da como seguro que la propia la firma coreana también venderá sus propias fundas con imanes, algo que seguro que les encaja a los seguidores de la marca.
Esta decisión de Samsung, aunque pueda parecer curiosa, tiene sus propias ventajas. Al no incluir los imanes en el propio teléfono, este mantiene un diseño delgado y ligero. Además, ofrece a los usuarios la flexibilidad de elegir si desean o no utilizar la carga magnética Qi2. Aquellos que prefieran utilizar los Samsung Galaxy S25 sin funda, o que no necesiten la carga magnética, pueden seguir utilizando la carga inalámbrica tradicional.
El futuro de la carga inalámbrica con Qi2
Con la llegada de Qi2.1, la carga inalámbrica se consigue dar un salto evolutivo a la hora de buscar una mayor eficiencia energética en los procesos. La compatibilidad con MagSafe abre un nuevo mundo de posibilidades para los accesorios de carga, como soportes magnéticos, baterías externas y cargadores portátiles.
Samsung, al ser pionero en la adopción de Qi2.1, se posiciona a la vanguardia de esta evolución. Aunque su enfoque de externalizar los imanes a las fundas pueda generar algún debate, es innegable que la compañía está apostando por la innovación y la flexibilidad en la carga inalámbrica. Claramente, los Samsung Galaxy S25 tienen más opciones positivas de lo que en un primer momento parece, lo que hará que se conviertan en una referencia en el mercado de los smartphones de gama alta. El tiempo dirá si este enfoque de la compañía coreana se convierte en la norma o si otros fabricantes optan por integrar los imanes directamente en sus dispositivos.
