Hoy llega la segunda temporada de Miércoles a Netflix, un festival que merece la pena
La segunda temporada de esta creación mantiene el nivel de la primera, donde Jenna Ortega vuelve a encajar como un guante en el papel protagonista.
El éxito arrollador de Miércoles en su primera temporada dejó a todos con ganas de más. La serie protagonizada por Jenna Ortega y producida por Tim Burton se convirtió en un fenómeno cultural gracias a la mezcla perfecta entre comedia negra, misterio adolescente y la singular presencia de la familia Addams. Ahora, tras una espera -quizá demasiado larga de casi tres años-, Netflix lanza su segunda temporada que se divide en dos partes. ¿Consigue esta creación mantener el listón?
Un nuevo curso en Nevermore
La segunda temporada arranca con la protagonista de vuelta en la Academia después de unas vacaciones de verano que no han sido, ni mucho menos, relajadas. Miércoles ha pasado este tiempo con la edición de su novela, perfeccionando sus poderes psíquicos e, incluso, colaborando en la captura de un asesino en serie. Si alguien pensaba que después de la trepidante primera temporada el ritmo decaería, se equivoca.
Sin embargo, en esta vuelta a la rutina, Miércoles se convierte en una especie de celebridad dentro del colegio, algo que no le agrada en absoluto. Lejos de disfrutar del reconocimiento, le molesta verse convertida en la figura que representa a la escuela, bajo la atenta mirada de Barry Dort -interpretado por Steve Buscemi-, el nuevo director con claros paralelismos a figuras carismáticas como Dumbledore, aunque aquí rebautizado como “Dumblebore” por su carácter peculiar.
Su inseparable compañera de cuarto, Enid (Emma Myers), también afronta cambios: regresa tras un verano de “cosas de hombre lobo” y se aventura en un nuevo interés amoroso. Pese a todo, su amistad se mantiene siendo uno de los pilares emocionales más sólidos de la serie, y esto es algo que resulta tan importante como esencial.
Más Addams que nunca: la familia gana peso
Si en la primera temporada la familia Addams aparecía en pequeñas dosis, en esta segunda entrega todo cambia. Pugsley (Isaac Ordonez) se matricula en la Academia y muestra sorprendentes poderes eléctricos. Morticia (Catherine Zeta-Jones), convertida en la clave del futuro financiero de la escuela gracias a su madre aparentemente adinerada, asume la dirección del comité de recaudación de fondos y pasa a residir en el campus. Gómez (Luis Guzmán) acompaña el proceso, aunque su función está mucho menos definida y se limita casi a ser un simpático acompañante poco más aporta por el momento-.
El resultado es una temporada que pivota entre el homenaje a la esencia de esta familia y la pérdida del contraste que tan bien funcionó en el debut de la serie. Lo que antes hacía únicos y divertidos a los Addams -su excentricidad dentro de un mundo corriente- se diluye un poco al estar rodeados ahora de otros inadaptados, haciendo que su rareza pase casi desapercibida. Esto, eso sí, no hace que se pierda calidad en la serie… simplemente es diferente.
Más elenco y más tramas
La serie introduce a varios personajes nuevos que enriquecen los capítulos. Entre las incorporaciones destacan Billie Piper como la excéntrica profesora de música; Thandiwe Newton interpretando a una misteriosa doctora en un psiquiátrico cercano; y Christopher Lloyd -el icónico Tío Fétido en las películas originales-, aquí como una cabeza preservada en una caja.
Esta proliferación de personajes secundarios y subtramas no afecta al ritmo, algo que se debe al impecable trabajo de Jenna Ortega a la hora de interpretar a Miércoles. Con su característico humor seco y mirada melancólica que proyecta mucho más de lo que expresa el guion, su personaje sigue destacando y no pierde ni un ápice de protagonismo… por lo que seguro que se mantendrá como todo un icono cultural.
Menos humor ácido, más misterio y oscuridad
Uno de los aciertos de la primera temporada fue el equilibrio entre misterio, rarezas y un sentido del humor irónico que hacía de Miércoles un personaje tan fascinante como impredecible. Esta vez, los guionistas parecen apostar por una mayor densidad en la trama policíaca y en los elementos sobrenaturales.
Sin grandes escenas que aspiran a ser virales como el mítico baile de Miércoles, al menos en esta primera entrega de la segunda temporada, la serie ofrece pinceladas de originalidad y guiños visuales que remiten al sello Burton. Hay que decir que la creación sigue siendo sobresaliente en apartados importantes (como por ejemplo el técnico). La dirección de arte y el diseño de vestuario mantienen el listón muy alto, logrando que la atmósfera sea inconfundiblemente oscura y envolvente. Sin duda, hay calidad por todos los lados.
¿Merece la pena ver los nuevos capítulos de Miércoles?
La primera parte de la segunda temporada de Miércoles en Netflix es una apuesta más coral y menos arriesgada, que amplía el mundo Addams sin diluir el magnético encanto de su protagonista. Con una producción impecable, la serie ofrecerá entretenimiento y pequeñas sorpresas a los incondicionales, pero puede dejar con ganas de más acidez y, sobre todo, de más Miércoles a quienes se enamoraron de este personaje… algo que se solucionará con la llegada de la segunda parte de esta temporada que hoy llega a la plataforma.
