La IA como herramienta de prevención de accidentes laborales
El deep-learning, clave para aprender de accidentes pasados
Cuando hablamos de IA (inteligencia artificial) o de deep-learning (aprendizaje profundo) siempre tendemos a ver el vaso medio vacío pensando que todas esas herramientas se van a usar para hacer el "mal", que dirían algunos: espionaje masivo, hackeo de cuentas personales, etc. Pero resulta que son tantos los campos de utilización que se nos escapan algunas buenas aplicaciones. Y una de ellas es la de los riesgos laborales, los accidentes en el trabajo, que todos los años nos deja una lista insoportable de fallecidos que ahora puede verse reducida drásticamente.
Uno de esos lugares donde más accidentes se producen, por el propio riesgo que corren los trabajadores, es el de la construcción. No hay que decir los peligros que acechan a cada esquina si no existe por parte de la empresa un completo programa de prevención de riesgos laborales y los trabajadores, a su vez, se conciencian de seguir esas directrices.
Las IA como prevención de riesgos
Suffolk es una empresa norteamericana que lleva algo más de un año empeñada en utilizar las nuevas tecnologías para conseguir que sus obras sean lo más seguras posibles. La empresa con sede en Boston se ha unido a otras empresas del sector, y a la tecnológica SmartVid, con el objetivo de acumular la mayor cantidad de información para que sea procesada por una inteligencia artificial que se entrenará para prevenir posibles accidentes. ¿Y cómo lo hará? Pues muy sencillo (bueno, lo de sencillo es un decir).
La idea es acumular la mayor cantidad de datos sobre lugares de trabajo y accidentes ocurridos en cada uno de ellos. La IA recibe fotografías de esas obras, las analiza y detecta qué lugares son especialmente críticos para el desempeño seguro de los trabajadores de tal forma que, cuando se le enseñan las imágenes de una nueva obra, la herramienta devuelve un informe de zonas peligrosas a las que prestar una atención especial.
Obviamente, la IA no puede predecir cómo se comportará un trabajador en un lugar determinado o si hará cualquier maniobra imprevista, pero sí que será una herramienta extraordinaria para detectar lugares donde no se había contemplado, por ejemplo, el uso de guantes, o la distancia de la maquinaria hasta un punto crítico que había pasado inadvertido a los especialistas en riesgos laborales.
Aun así, una vez que se preparan análisis de los riesgos que puede haber en el trabajo, ¿qué le cuesta a la IA monitorizar el desempeño de cada trabajador y dar consejos sobre cómo hacerlos más productivos? Lo dicho, siempre acabamos con el vaso medio vacío.