Cómo no perder tu trabajo en Word cuando el PC se apaga de repente
Cuando trabajamos con Word, existe un riesgo latente que, a buen seguro, a todos se os pasa por la cabeza. Se trata, como no podía ser de otra manera, de que el ordenador se apague de repente y deje nuestro archivo colgado. Una vez conseguimos volver a encender el ordenador y abrir el documento, comprobamos que hemos perdido todo lo que hemos hecho durante los últimos cinco minutos. En ese momento seguramente te estés preguntando por qué ocurre esto si según el propio programa existe un método de autorrecuperación.
Pues lo cierto es que, en sí, este sistema funciona a la perfección pero hay que saber cómo configurarlo. Tocando los parámetros adecuados, si alguna vez te vuelve a ocurrir lo mismo, comprobarás como no pierdes todo el texto anterior sino que, a lo sumo, perderás algunas líneas. ¿Cómo puedes conseguirlo? Simplemente tendrás que seguir los pasos que indicamos a continuación.
Como hemos dicho, la opción de la que estamos hablando es la autorrecuperación y, para acceder a ella, simplemente tenemos que dirigirnos a Archivo à Opciones. Dentro de la nueva pestaña que aparece, nos dirigiremos hasta la opción Guardar. En ésta veremos varias categorías, aunque la que más nos interesa es la primera, la de “Guardar documentos”. Como podéis ver en la imagen, la segunda opción se llama “Guardar información de Autorrecuperación cada X minutos”. Pues bien, esta es básicamente la opción que tendremos que cambiar ya que, por defecto, aparece como 10 minutos. ¿Esto que implica? Básicamente que, en el caso de que el ordenador se apague sin guardar los cambios del documento, éste se recuperará, aunque puede ser que se trate de una versión de hace 10 minutos, por lo que perderemos una gran cantidad de información.
Lo único que tendréis que hacer para evitarlo es seleccionar 1 minuto en la opción anterior de forma que, si el ordenador dejara de funcionar, tengamos un documento de autorrecuperación con un máximo de 1 minuto de “retraso”, por lo que las pérdidas serán prácticamente ínfimas –aunque eso sí, se gastarán más recursos del ordenador por este guardado automático cada minuto-.
Una vez aceptado el cambio, ya podéis disfrutar de escribir en Word sin miedo a que ocurra “la desgracia”.