Europa puede permitirse sacudir la jaula de las grandes tecnológicas
Las ‘big tech’ con ingresos en el extranjero y la dependencia de EE UU de grupos europeos otorgan poder a Bruselas
Washington ha confirmado lo que muchos en Europa ya temían: su principal aliado se ha convertido en adversario. Esta semana, la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos, dirigida por Jamieson Greer, acusó a la UE de acciones “discriminatorias” contra las empresas estadounidenses. También señaló a un grupo de empresas europeas, entre ellas SAP, Siemens y Spotify, como beneficiarias en el pasado del acceso al mercado estadounidense, e insinuó que este privilegio podría verse restringido en el futuro. Esto suena inquietante, pero Europa puede permitirse mantener sus principios.
La presión de Bruselas sobre las grandes tecnológicas ha tenido altibajos este año. Tres personas familiarizadas con el asunto dijeron a Reuters en septiembre que la Comisión Europea no tenía prisa por concluir una investigación sobre Google, en vista de las críticas de la administración Trump. Sin embargo, este mes, los reguladores de la UE iniciaron una nueva investigación antimonopolio sobre Meta y multaron a X, anteriormente Twitter, con 120 millones de euros. Casi simultáneamente, Washington dio a conocer su nueva Estrategia de Seguridad Nacional, abre una nueva pestaña, señalando la “asfixia regulatoria” como la raíz del declive económico de Europa. La sanción impuesta a X fue denunciada por el vicepresidente JD Vance como un ataque a la libertad de expresión.
Empresas como SAP no pueden tomarse a la ligera la amenaza de Greer: el mercado estadounidense contribuyó con casi un tercio de sus ingresos en 2024. Sin embargo, las plataformas estadounidenses también necesitan a sus usuarios europeos. Según su último informe de transparencia, exigido semestralmente por la legislación de la UE, X tiene 102 millones de usuarios activos mensuales (MAU) en la región. Eso supone alrededor del 20 % de su base de usuarios mensual global de 550 millones, según informó la empresa, abre una nueva pestaña el año pasado.
Si X se parece en algo a Meta, propietaria de Facebook e Instagram, sus usuarios europeos también estarán entre los que más contribuyen a los ingresos publicitarios. Los datos de Visible Alpha sitúan los ingresos publicitarios de la región por usuario activo mensual medio en algo más de 92 dólares en el último ejercicio financiero. Esta cifra es significativamente superior a la de Asia-Pacífico, con solo 23 dólares por usuario, aunque sigue estando por debajo de la de Norteamérica, con 257 dólares. En caso de incumplimiento persistente, la UE podría imponer a las plataformas una prohibición temporal.
Esa no es la única carta que puede jugar el bloque. Si bien las empresas destacadas en la publicación de Greer son estratégicamente importantes, hubo algunas omisiones notables. No se mencionó al grupo holandés ASML, que produce equipos críticos para la fabricación de chips. Tampoco se mencionó a los especialistas en equipos de telecomunicaciones Nokia y Ericsson.
Esto puede deberse a que no existen alternativas listas para usar a algunas de las tecnologías producidas por las tres empresas. Aunque se ha hablado mucho de la dependencia de Europa de los proveedores de servicios en la nube y las empresas de satélites estadounidenses, algunas dependencias fluyen en sentido contrario. A menos que los legisladores reconsideren su postura respecto a Huawei, por ejemplo, Estados Unidos necesitará a Nokia y Ericsson cuando llegue el momento de actualizar sus redes móviles. Aunque la UE es sin duda la parte más débil en sus disputas comerciales con Estados Unidos, no es impotente.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Pierre Lomba Leblanc, es responsabilidad de CincoDías.
