El valor de Eli Lilly es una apuesta por un futuro similar al de Coca-Cola
Su múltiplo en Bolsa es como de enseña de consumo, pero a los usuarios no les importa la marca de los fármacos

Eli Lilly se parece más a un gigante tecnológico que a una empresa farmacéutica. El mes pasado, el valor de mercado del creador de Mounjaro y Zepbound superó el billón de dólares. Los tratamientos contra la obesidad y la cartera de medicamentos del grupo estadounidense solo explican en parte el elevado precio de las acciones. Los inversores también parecen apostar por que la adopción generalizada de los medicamentos para perder peso hará que los fármacos de Eli Lilly se conviertan en marcas conocidas con un atractivo duradero para los consumidores y un gran poder de fijación de precios, como Coca-Cola.
El éxito de Eli Lilly es relativamente reciente. Entró en el mercado de los medicamentos para adelgazar en 2022, cuatro años después de que Novo Nordisk lanzara Ozempic, pero rápidamente se puso al día gracias, en parte, a la escasez crónica, ya que la demanda superaba con creces la oferta.
En la última semana de octubre, las recetas del medicamento para la obesidad Zepbound de Eli Lilly fueron casi un 60% superiores a las del medicamento equivalente del grupo danés, Wegovy, y se espera que las ventas de la empresa crezcan un 41% este año, según datos de LSEG. El mes pasado, su valor de mercado alcanzó un máximo de 1,05 billones de dólares y ahora ronda los 980.000 millones (840.000 millones de euros, al cambio actual).
Esta elevada valoración también refleja la confianza de los inversores en la próxima generación de medicamentos más allá de Zepbound. El director ejecutivo, David Ricks, tiene puestas sus esperanzas en Retatrutide, un medicamento contra la obesidad que ha logrado una pérdida de peso del 24% en los primeros ensayos, y orforglipron, una pastilla que sería más barata de fabricar y atraería a un grupo más amplio de pacientes que los tratamientos inyectables de primera generación. Así, incluso con la caída del precio de los medicamentos para perder peso, una aceptación mucho mayor podría impulsar las ventas de Eli Lilly y convertirla en una marca muy conocida con un poder duradero.
Esto ayuda a explicar la valoración de 13 dígitos. Eli Lilly vale 33 veces sus ganancias futuras, lo que refleja su rápido ascenso. Pero el crecimiento anual de los ingresos se ralentizará hasta solo un 3% entre 2030 y 2033, a medida que la aceptación de los medicamentos para bajar de peso alcance su punto máximo, según las previsiones de Visible Alpha. Y, sin embargo, Eli Lilly vale actualmente unas 18 veces sus ganancias previstas para ese año, muy por encima incluso de sus rivales farmacéuticos de primera línea AstraZeneca y Roche, que están valorados en torno a 12 veces. El múltiplo se acerca más al de marcas de consumo muy valoradas, como Coca-Cola o el fabricante de bebidas energéticas Monster Beverage, que están valoradas en 17 y 20 veces sus ganancias de 2030, respectivamente.
Sin embargo, Coca-Cola ha dedicado décadas y miles de millones de dólares a perfeccionar su marca con generaciones de consumidores. Es poco probable que los medicamentos para adelgazar disfruten del mismo y duradero atractivo: el relativo declive de Ozempic, de Novo Nordisk, demuestra que a los usuarios de medicamentos recetados les importa poco la marca y les interesa mucho más la eficacia de los remedios o su coste.
Además, la evolución de las terapias para adelgazar puede dificultar que una sola empresa domine el mercado. La entrada de nuevos competidores como Roche y Pfizer, y la expiración de la patente del semaglutido –el ingrediente activo de Ozempic y Wegovy– en 2031 ejercerán una presión a la baja sobre todas las ventas.
Es probable que esto dé lugar a un mercado muy competido, en el que los fabricantes de medicamentos se socaven mutuamente, lo que hará que las ventas sean menos predecibles. Por ahora, Eli Lilly ha entrado en el selecto club de las empresas que facturan billones de dólares, pero le resultará difícil mantener su posición.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

