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Breakingviews
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

La guerra de los visados de Trump puede reforzar a la IA

Aunque la nueva tasa es soportable, las empresas pueden reaccionar contratando menos ingenieros

Lo que contribuye a que algunas empresas de EE UU sean excepcionales es que pueden contratar a los mejores talentos. La decisión de Donald Trump de imponer una tasa de 100.000 dólares a las nuevas solicitudes de visados H-1B, para trabajadores muy cualificados fichados por Amazon o Apple, es un riesgo. Pero hay suficientes lagunas jurídicas.

Es un nuevo frente en la campaña antiinmigración de Washington, pero no es una sorpresa. Durante años, las empresas indias de externalización de TI que operan en EE UU han sido objeto de críticas por usar los visados para contratar a ingenieros foráneos con sueldos más bajos. Eso ha empezado a cambiar. Tata Consultancy Services, el segundo mayor usuario del programa este año, tiene 5505 empleados con visados, la mitad de 2021. Pero, aunque los indios poseen el 71% de los H-1B, las empresas de EE UU dominan el ranking de mecenas.

El impacto financiero a corto plazo será limitado, sobre todo después de que la Casa Blanca aclarara apresuradamente que la tasa solo se aplica a las nuevas solicitudes. Incluso si fuera retroactiva, el coste inicial para JP Morgan, por ejemplo, equivaldría al 0,4% de sus beneficios anuales. Si se distribuye entre los tres y cinco años de permanencia de un empleado, la tasa es tolerable para contratar a los mejores y más brillantes. Para TCS, sería de hasta el 10%.

En la práctica, es probable que las empresas respondan de dos formas principales. Primero, redoblarán sus esfuerzos de deslocalización. A falta de medidas por parte de Washington para gravar los pagos por externalizar, India, Filipinas y México podrían ser los principales beneficiarios potenciales. Segundo, las empresas impulsarán con energía la adopción de la IA para optimizar sus necesidades de mano de obra. Ese sería el resultado contrario a la intención de Washington.

Trump ha adoptado diferentes posturas sobre los H-1B a lo largo de los años, alineándose en ocasiones con sus asesores tecnológicos o con los MAGA. Eso puede explicar por qué su decreto contiene muchas lagunas, como exenciones de tasas si ello redunda en interés nacional, y que las restricciones solo se aplicarán durante 12 meses, a menos que se prorroguen. Pero la amenaza general sigue presente. EE UU pagará un alto precio si la campaña contra la inmigración se convierte en permanente.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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