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Perfil
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Minouche Shafik, la mujer ilustrada al rescate del Reino Unido

Starmer la nombra asesora económica jefe del Gobierno para afrontar la persistente inflación y el bajo crecimiento

Minouche Shafik, asesora económica jefe del Gobierno británico
Daniel Soufi

En la biblioteca a la que la economista Nemat Minouche Shafik (Alejandría, Egipto, 63 años) acudía de niña solo se permitía tomar prestados dos libros a la vez. Por suerte, a su madre no le importaba acompañar a la pequeña Minouche (apodo familiar) a otras bibliotecas de la ciudad para que pudiera saciar su apetito lector. No sabemos si, con el paso de los años, la lectura la convirtió en una mejor persona, pero seguramente la ayudó a forjar una carrera llena de hitos, coronada ahora con su reciente nombramiento como principal asesora económica del Gobierno británico.

El primer ministro, Keir Starmer, anunció el nombramiento el día 1. Su incorporación se enmarca en una reorganización del equipo gubernamental destinada a reforzar la respuesta ante una economía debilitada y una alta inflación. En su nuevo cargo de chief economic advisor de Downing Street, Shafik asesorará directamente al primer ministro en cuestiones estratégicas. Se trata de una posición creada expresamente por Starmer con el objetivo de aprovechar la experiencia y solvencia técnica de la economista para “ir más lejos y más rápido” en el impulso del crecimiento y en la mejora del nivel de vida de la población británica.

Shafik ha ocupado cargos de alta responsabilidad en instituciones clave –desde el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial hasta el Banco de Inglaterra–, así como en el mundo académico, al dirigir la London School of Economics and Political Science y la Universidad de Columbia (Nueva York). Es considerada una economista de prestigio global. Entre sus referentes intelectuales ha citado a John Maynard Keynes y Amartya Sen. También ha reivindicado la influencia de William Beveridge, arquitecto del Estado del bienestar británico, en la concepción de su idea de contrato social.

Sus colegas de Columbia la definen como una líder “global, brillante y capaz”, con un talento poco común para conectar la teoría académica con la práctica de las políticas públicas. Es una economista de peso con perfil moderado, una superestrella tecnócrata, por su currículum y trayectoria. Los expertos subrayan su capacidad para pasar de los libros a la acción y su historial de romper techos de cristal en instituciones centenarias.

Shafik, mujer viajada, que en cualquier entrevista exhibe una compostura y modales exquisitos, nació en Egipto, en una familia de clase media ilustrada, que se exilió cuando ella tenía cuatro años tras la inestabilidad política bajo el régimen de Gamal Abdel Nasser, que confiscó sus propiedades. Su padre, científico con un doctorado en Estados Unidos, logró empleo en ese país y la familia se trasladó allí. Pasó sus primeros años entre Oriente Próximo y Norteamérica, estudiando en Florida, Georgia y Carolina del Norte, y regresando temporalmente a Egipto. Está casada con Riad Nourallah, académico especializado en literatura y estudios árabes modernos. La pareja tiene dos hijos.

En 1983 se licenció summa cum laude en Economía y Ciencia Política por la Universidad de Massachusetts Amherst. Posteriormente obtuvo un máster en Economía en la London School of Economics y completó un doctorado en la Universidad de Oxford.

Con apenas 36 años fue nombrada vicepresidenta del Banco Mundial, convirtiéndose en la persona más joven en la historia de la institución en alcanzar ese cargo. Allí lideró iniciativas pioneras, como la elaboración del primer informe ambiental del organismo.

En 2008 regresó al Reino Unido para ocupar la secretaría permanente del Departamento para el Desarrollo Internacional. Desde ese puesto desempeñó un papel clave en la política de ayuda exterior británica y contribuyó decisivamente a consolidar el compromiso de destinar el 0,7% del PIB a asistencia al desarrollo.

En 2011 dio el salto al Fondo Monetario Internacional, donde fue nombrada subdirectora gerente. Desde esa posición le tocó enfrentar la crisis de la deuda soberana en Europa y las secuelas económicas de la Primavera Árabe, dos de los mayores desafíos de la gobernanza económica global en la última década. Su trabajo estuvo centrado en políticas de ajuste, rescates financieros y desarrollo internacional.

Su regreso a Londres se produjo en 2014, cuando fue designada vicegobernadora del Banco de Inglaterra. Durante sus tres años en el cargo tuvo un rol clave en los planes de contingencia ante el referéndum del Brexit de 2016, preparando al banco central para mitigar la volatilidad financiera. También lideró iniciativas para frenar la mala praxis en los mercados tras los escándalos de manipulación de índices y gestionó parte del balance del Banco de Inglaterra –cercano al equivalente a 600.000 millones de dólares– en plena era de expansión monetaria.

Por su servicio público, Isabel II le concedió en 2015 el título de Dama Comendadora del Imperio Británico y, en 2020, fue nombrada par vitalicia como baronesa Shafik, con asiento independiente en la Cámara de los Lores.

El Nobel Joseph Stiglitz resume su perfil de esta manera: “Una de las cosas que siempre he admirado de Minouche es que ha mantenido su compromiso con el rigor intelectual, incluso mientras trabajaba en puestos de enorme responsabilidad”.

A comienzos de 2023 fue elegida para dirigir la Universidad de Columbia, convirtiéndose en la primera mujer en la historia de la institución en asumir la presidencia. Su mandato resultó breve y convulso. Como otros rectores en 2023–2024, se vio atrapada en la tormenta generada por el conflicto entre Israel y Palestina. Fue criticada al mismo tiempo por sectores estudiantiles, que le reprocharon haber permitido la intervención policial contra los manifestantes, y por políticos conservadores, que consideraron tibia su condena del antisemitismo. Tras apenas un año en el cargo, renunció.

Como nueva arquitecta de la estrategia económica del Gobierno de Starmer, le esperan retos de enorme envergadura en el corto y medio plazo. Su llegada a Downing Street coincide con una coyuntura frágil: bajo crecimiento, inflación persistente, alta deuda pública y una ciudadanía que reclama mejoras tangibles en su nivel de vida.

Ahora, todas las miradas en Westminster estarán puestas en esta mujer ilustrada que aplicará su conocimiento para guiar al Reino Unido hacia una senda de prosperidad más inclusiva y sostenible, fiel a la idea central de su filosofía: que el progreso económico debe servir a la sociedad en su conjunto.

Redes filantrópicas

Minouche Shafik participa activamente en redes profesionales que abarcan desde organismos multilaterales hasta fundaciones filantrópicas. Es patrona de la Fundación Bill y Melinda Gates, donde contribuye a orientar programas internacionales de salud, educación y desarrollo.

Sobre la firma

Daniel Soufi
Colabora con distintas secciones de EL PAÍS desde septiembre de 2022. Además, ha publicado en medios como eldiario.es y la revista 'Yorokobu'. Graduado en Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid. Cursó el máster de Periodismo UAM-EL PAÍS en la promoción 2021-2023.
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