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Breakingviews
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

La salida del CEO de Nestlé es una oportunidad para un mayor reinicio

El notablemente más joven dúo Navratil-Isla podría ser más entusiasta con el ventilado de la casa

La reciente salida del consejero delegado de Nestlé podría ser una bendición disfrazada. A última hora del lunes, el fabricante de KitKat, valorado en 206.000 millones de euros, anunció que había despedido a Laurent Freixe por mantener una relación secreta con una subordinada directa. Perder a un jefe tras solo 12 meses es malo, especialmente teniendo en cuenta la tendencia a los cambios bruscos en la dirección de la empresa suiza. Sin embargo, la buena noticia es que el nuevo jefe, Philipp Navratil, tiene la oportunidad de ser mucho más audaz, impulsando una nueva estrategia de crecimiento radical.

Freixe se promocionaba a sí mismo como el hombre que podría devolver a Nestlé a sus raíces en la alimentación y el café, tras la incursión en los suplementos para la salud de su predecesor, a quien el consejo destituyó en agosto de hace un año por sus malos resultados. La estrategia de la empresa bajo la dirección de Freixe, que él mismo elaboró junto con el presidente saliente Paul Bulcke, consistía en aumentar el gasto en marketing hasta alrededor del 9% de las ventas y, al mismo tiempo, invertir dinero en los productos principales Purina PetCare y KitKat. El precio para los inversores era el margen operativo, que bajaría temporalmente hasta alrededor del 16%, en comparación con el 17% anterior.

Pero el plan no logró entusiasmar. Desde que Freixe tomó el mando hace un año, la valoración de la empresa ha caído por debajo de 17 veces los beneficios futuros, desde casi 18, lo que deja a Nestlé con un descuento respecto a Danone y Unilever. El grupo suizo cuenta ahora con su tercer consejero delegado en apenas un año, y pronto tendrá también un nuevo presidente, cuando el antiguo jefe de Inditex Pablo Isla sustituya a Bulcke el próximo mes de abril.

Sin embargo, el dúo notablemente más joven formado por Navratil e Isla podría mostrarse más entusiasta con el ventilado de la casa, lo que tendría sentido. El problema clave es que los productos básicos, como el café, los dulces y los alimentos procesados, no están creciendo muy rápido. Deshacerse de algunos negocios reduciría la deuda neta, que actualmente es tres veces el ebitda, y generaría efectivo para fusiones y adquisiciones.

Tomemos como ejemplo la división de alimentos congelados de Estados Unidos, que según un analista representaba el 7% de los 114.000 millones de dólares (98.000 millones de euros, al cambio actual) de ingresos de Nestlé en 2024. Valorada en dos veces las ventas, un ligero descuento con respecto al múltiplo del propio grupo, podría alcanzar casi 15.000 millones (13.000 millones). Vender parte de la participación del 20% de Nestlé en el gigante de los cosméticos L’Oréal también ayudaría. La participación tiene un valor de casi 50.000 millones (43.000 millones).

Con ese dinero, Nestlé podría seguir el ejemplo de Mars y comprar clínicas veterinarias, lo que le permitiría vender más comida para mascotas. La unidad correspondiente representa una quinta parte de las ventas. Navratil también podría invertir más en la división de ciencias de la salud, que fabrica artículos como Vital Proteins y otros productos nutricionales, y está creciendo relativamente rápido. El nuevo consejero delegado procede de la unidad de café de la empresa. En teoría, podría incluso comprar cadenas de cafeterías para impulsar más productos Nescafé y Nespresso.

Según los estándares normales, la empresa ha tenido demasiados cambios de personal. Pero el último tiene posibilidades de satisfacer a los inversores.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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