Las claves: los inversores confían en una desescalada en Ucrania, al ritmo que marque EE UU
Está por ver qué exigirá Trump a Putin en cuanto a los recursos minerales rusos


El mercado vuelve a tener esperanzas en una resolución de la guerra de Ucrania. Esta vez el encuentro entre Donald Trump y Vladímir Putin será en persona, y no por teléfono, como en marzo, pero no parece que las posiciones de Rusia y Ucrania hayan cambiado: Moscú quiere parte del territorio ocupado, y Kiev no quiere cederlo. La nueva presión para Putin viene de los aranceles fijados por la Casa Blanca a India, destinados a frenar el trasiego de petróleo entre ambos. Nueva Delhi tiene poca capacidad de represalia, pero ha anunciado una visita de su primer ministro a China, una manera de abrir las opciones geoestratégicas del país.
Está por ver también qué exigirá Trump a Putin en cuanto a los recursos minerales rusos: si obtiene un buen contrato, como el que acordó, o por mejor decir, impuso a Ucrania, quizá vuelva a cerrar el grifo de las armas a Kiev, forzando a Zelenski a aceptar la entrega de zonas invadidas. Aunque EE UU no tiene todas las cartas, sigue teniendo las mejores, o al menos es mano en la partida, y marca los ritmos. Los inversores confían en que el diálogo de Alaska señale, como poco, una desescalada en las sanciones a la energía rusa.
Las energéticas siguen arrastrando los pies con el trato el cliente
La CNMC volvió a investigar en otoño los servicios de atención al cliente de las compañías de gas y luz y comprobó que sigue habiendo muchas defiencias: la información online no es todo lo completa que debería, y las llamadas de teléfono tienen tiempos de espera excesivos, por decir algunas.
Las empresas mantienen estas feas costumbres porque la clientela es prácticamente cautiva, dado que todo el mundo está obligado a usar energía. Y las comercializadoras de la tarifa regulada no tienen incentivos para mejorar su servicio, porque no es la que les produce más ganancias.
La sobrecapacidad china es insostenible para los de fuera... y para los de dentro
Estados Unidos y la UE han criticado a China por su sobrecapacidad industrial, en sectores como los vehículos eléctricos, que perjudica a las empresas occidentales. Pero parece que Pekín se ha dado cuenta, más allá de las presiones externas, de que es insostenible para el erario, que la financia en gran medida. El Gobierno está logrando que las automovilísticas recorten sus manufacturas, y está actuando a su vez sobre el litio, material que también es clave en las baterías para automóviles. CATL anunció ayer que suspende la explotación de la mina de Jianxiawo, lo cual provocó que el metal subiera en Bolsa y las acciones de los principales productores se dispararan. La nueva orientación de Pekín augura menos deflación en el país asiático, pero también más inflación a nivel mundial.
La frase del día
Sé que [Trump] tiene varias opciones sobre la mesa, desde sancionar a más autoridades brasileñas hasta una nueva oleada de retiradas de visados o cuestiones arancelariasEduardo Bolsonaro, diputado brasileño
Las obras del Camp Nou duran tanto que sus trabajadores son casi residentes
Por unas razones o por otras, el FC Barcelona últimamente siempre está metido en entuertos con sus empleados, directos o indirectos. Es el caso de su portero Ter Stegen, con el que ha firmado una tregua después de que se tiraran los trastos a la cabeza en torno a su baja médica. Otra polémica afecta a los trabajadores de la obra del Camp Nou, cuyo empleador, contratado por el club, quiere empadronar en Calella para que puedan utilizar la sanidad pública, aunque tengan su seguro privado. El ayuntamiento sostiene que sus contratos son por obra, y que no ha lugar a incluirlos en el censo. Lo cierto es que, dados los sucesivos retrasos de las tareas, al menos respecto a lo cacareado por Joan Laporta, quizá deban acabar considerándolos residentes.

