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Las claves
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Las claves: Nvidia y la obstinada caducidad de las teorías bursátiles

La compañía se convierte en la primera de la historia en superar los cuatro billones de dólares de capitalización

CINCO DÍAS

La Bolsa tiene la particularidad de ser un entorno donde las verdades tienen fechas de caducidad muy cortas. Y saber ver cuándo se van a producir es la diferencia entre fracasar o hacerse rico. De Nvidia, el gigante estadounidense de los semiconductores, se dijo hace unos meses que su reino en los parqués no iba a continuar y que la entrada de competidores más eficientes y menos intensivos en chips en el terreno de la inteligencia artificial representaba el principio de su fin.

Ayer, sin embargo, se convirtió en la primera compañía cotizada de la historia en superar los cuatro billones de dólares de capitalización bursátil. Esto significa que una sola compañía vale más del doble del PIB de España, por ejemplo (1,5 billones el año pasado). El negocio de la firma de semiconductores está más fuerte que nunca –encadena ocho trimestres consecutivos de crecimiento en sus ventas– pero conviene no olvidar que esta verdad, como todas, también tiene fecha de caducidad. La pregunta de oro es cuándo llegará. Memento mori, que decían los antiguos.

La odisea habitacional de un estudiante en una ciudad turística

La crisis de la vivienda ha alcanzado una magnitud tal que es difícil seguir la cuenta de todas sus aristas. Una de ellas, muy presente en esta época estival, es la de los universitarios, que buscan desesperados alternativas habitacionales de cara al comienzo del curso y con el viento claramente en contra. En Málaga, la tormenta es perfecta: una ciudad donde los precios del alquiler aumentan como en pocos lugares, y la demanda turística golpea a una oferta ya castigada. Eso sí, en la ciudad se han abierto tres universidades privadas. Su público objetivo, al menos, podrá permitirse un buen piso.

Luces y sombras del ingreso mínimo vital

La teoría económica afirma que todos tenemos un precio: una cantidad por la que no trabajaríamos. Y las prestaciones como el Ingreso Mínimo Vital afectan al alza a ese umbral. Según la Airef, esta ayuda disminuye la probabilidad de trabajar un 12% y reduce en 0,6 días mensuales el trabajo en promedio. Y los incentivos al empleo –poder compatibilizarlo con un trabajo– no han conseguido revertir esta tendencia. Un lustro después de su aprobación, y a la luz de estos datos, sería recomendable que se revise el sistema, introduciendo medidas que, esta vez sí, animen a los más vulnerables a entrar al mercado laboral a pesar de cobrar una ayuda. El IMV, eso sí, permite a quien lo recibe no abandonarse a la precariedad laboral. Y esto ya es un paso importante.

La frase

 “El PSOE acabará pactando con Bildu, y ustedes [al PNV], se van a quedar sin Gobierno, sin principios y sin votantes”
Alberto Núñez Feijoo, presidente del Partido Popular

Ante la duda, hay que legislar (y cuanto más complejo, mejor)

Cantabria, comunidad uniprovincial de menos de 600.000 habitantes, aspira a ser uno de los pocos territorios del mundo –y el primero de Europa– en el que se protejan los neuroderechos y los datos cerebrales. Los impulsores de la ley, que aún está en proceso de redacción, defienden que a los lejos se vislumbran ya una serie de tecnologías que amenazan con entrar en nuestros cerebros, y que esta normativa pretende proteger su contenido. La iniciativa, aunque ambiciosa, no deja de reflejar algunos de los vicios de la legislación en Europa y, más en concreto, en España. Antes ya no de entender las amenazas, sino de que existan, se legisla. Y, a poder ser, de la forma más compleja posible. Los datos médicos tienen carácter personalísimo y ya están especialmente protegidos.

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