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Editoriales
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

La parálisis legislativa afecta a los fondos europeos

CINCO DÍAS

La Comisión Europea dio luz verde ayer al quinto pago de los fondos europeos vinculados al Plan de Recuperación por un total de 24.137 millones de euros. La transferencia incluye unos 8.000 millones de euros en ayudas a fondo perdido y otros 16.000 millones en créditos favorables que España tendrá que devolver. Bruselas ordena el de­sembolso de estas ayudas tras constatar el cumplimiento de 82 hitos y objetivos comprometidos en el plan europeo, pero advierte de retrasos en otras dos reformas por lo que ha recortado las ayudas en algo más de 1.100 millones de euros.

Aunque el total del dinero recibido es muy importante, de hecho es la mayor transferencia desembolsada por la Comisión desde que se aprobaron los fondos NextGen, la cifra retraída tampoco es menor. Algo más de 1.100 millones es todo el gasto ejecutado por el Ministerio de Vivienda durante el año pasado. El Ministerio de Economía explica que este dinero no está perdido y se podrá recuperar en próximos semestres si se aprueban los deberes pendientes.

El Ejecutivo comunitario considera que el Gobierno no ha cumplido en su integridad con la reforma fiscal verde, que consiste en la equiparación tributaria del diésel y la gasolina. Además, también detecta retrasos en la reforma para reducir la temporalidad entre los empleados públicos. Esta inestabilidad laboral alcanza a más del 40% de los trabajadores de sanidad y educación de las comunidades autónomas.

Aunque el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha hecho reformas en materia laboral y tributaria, las iniciativas legislativas se han ralentizado llamativamente durante esta legislatura debido a la fragilidad de los apoyos parlamentarios. Esta parálisis está frenando también la ejecución de los fondos europeos. El Banco de España, gobernado por el exministro José Luis Escrivá, ha urgido recientemente a acelerar la ejecución de los fondos europeos al detectar un frenazo durante el año pasado.

Es un síntoma de la inestabilidad política española en esta legislatura, que ha llevado al Gobierno a prorrogar los Presupuestos del Estado por segunda vez consecutiva desde 2023. No son solo los fondos europeos o las cuentas públicas, el Ejecutivo también está encontrando dificultades para sacar adelante la reducción de la jornada laboral, el estatuto del becario, la reforma de la financiación autonómica y local o el decreto antiapagón para evitar perder cientos de proyectos renovables, entre otros. Mientras tanto, Bruselas observa expectante que se cumplan el resto de compromisos.

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