No hay que descartar soluciones para la crisis de la vivienda
El plan del PSOE está bien articulado, pero se enfrenta a la debilidad parlamentaria del Gobierno y a que muchas competencias están en manos de las comunidades


La crisis de la vivienda no hace más que agrandarse. Miles de jóvenes son incapaces de desarrollar un proyecto de vida por la imposibilidad de acceder a un piso a precio asequible. El Gobierno lleva tiempo advirtiendo sobre este drama que amenaza con convertirse en un problema generacional, pero las soluciones que plantea no terminan de visibilizarse. Muchas encallan en los parlamentos regionales, o avanzan a la velocidad propia del sector inmobiliario, que es un ritmo insuficiente para los ciudadanos desesperados por formar un hogar.
El Gobierno ha tomado la iniciativa. Ha pactado con el grupo socialista en el Congreso la presentación de un plan para impulsar el alquiler de viviendas a precio asequible. Los socialistas toman la delantera con medidas concretas y detalladas, algunas de ámbito tributario y otras regulatorio, entre las que figuran iniciativas para tratar de poner coto a los pisos turísticos, incentivar la bajada de los alquileres y asegurar el parque público de vivienda.
Incluye una ambiciosa propuesta tributaria, que recoge deducciones de hasta el 100% de las rentas del alquiler para aquellos propietarios que ofrezcan una vivienda a precios asequibles. También plantean una penalización fiscal a las viviendas vacías, con un aumento de la imputación de las segundas y demás inmuebles en el IRPF. Y propone la creación de un nuevo impuesto para la compraventa de vivienda por parte de extranjeros extracomunitarios.
El plan es un conjunto de medidas bien articuladas, más detalladas que en documentos anteriores, pero se enfrenta a dos obstáculos: el primero es la debilidad parlamentaria del Ejecutivo, con socios que han recibido de forma tibia la batería de medidas para afrontar la crisis de la vivienda y que están más pendiente de otros cálculos políticos. El segundo escollo es que la mayor parte de las competencias de vivienda están en manos de las comunidades autónomas. Y no en todos los territorios se aprecia la misma urgencia para abordar esta cuestión.
El Gobierno hace bien en avanzar con medidas que buscan abaratar el alquiler, pero no debe olvidar que la crisis es tan profunda que hacen falta medidas en todos los ámbitos. Soluciones de amplío espectro y medidas quirúrgicas. Debería, por tanto, esforzarse en establecer un diálogo con el resto de las fuerzas políticas, Administraciones y actores del sector inmobiliario para percutir desde todos los ámbitos. No se pueden desechar soluciones ante un problema que amenaza con golpear a una generación.