Puede que Brookfield tenga que rebuscar más para quedarse con Grifols
Que el fondo aún pueda embolsarse un atractivo rendimiento, incluso con una oferta más alta, puede envalentonar al vendedor español
Brookfield ha dado un impulso de confianza a Grifols. El renovado interés y el hecho de que el fondo canadiense aún pueda embolsarse un atractivo rendimiento, incluso con una oferta más alta, puede envalentonar al vendedor español a jugar duro.
Hace apenas cuatro meses, el consejo de Grifols rechazó la oferta no vinculante de Brookfield de 6.500 millones, alegando que infravaloraba significativamente la empresa. En aquel momento, Grifols estaba luchando contra un ataque de vendedores en corto que suscitaba preocupaciones financieras y de gobernanza.
El fracaso de las negociaciones se sumó a los problemas de Grifols, y la acción cayó un 16% en los meses siguientes. Pero Brookfield ha vuelto y se ha puesto en contacto con la familia Grifols, dueña del 30%, para un posible acuerdo. La noticia hizo que las acciones del objetivo subieran ayer un 11%.
El interés de Brookfield ayuda a despejar las perspectivas de Grifols. La empresa sigue en litigio con Gotham City Research. El regulador español estuvo de acuerdo con algunas de las preocupaciones del vendedor en corto sobre la contabilidad de la empresa. Aun así, es lógico pensar que, para que la firma canadiense vuelva a involucrarse, debe haberse sentido cómoda con estos riesgos.
Brookfield también puede embolsarse un jugoso beneficio. Una oferta de 7.000 millones elevaría el desembolso total de Brookfield a unos 16.000 millones, incluida la deuda. Imaginemos que Grifols aumenta su ebitda un 9% cada año, por debajo del objetivo de la propia empresa del 12%: su ebitda alcanzaría los 2.800 millones en 2030. Si Brookfield se retira con el mismo múltiplo de 9 veces, eso implicaría una valoración de 24.000 millones. Esto aportaría una tasa interna de rendimiento del 2%, calculamos, asumiendo una inversión en capital de 525 millones al año y una financiación de la deuda de 5 veces el ebitda.
El consejo de Grifols tiene otra razón para exigir un precio más alto o seguir por su cuenta. Después de todo, cotiza a 8 veces el ebitda que los analistas esperaban que obtuviera este año, mucho menos que su media de 13 veces en los últimos 10 años. Y con el regreso de Brookfield y su despreocupación por las disputas legales, el consejo de Grifols puede permitirse el lujo de esperar.