El veto a Le Pen puede elevar el caos en Francia
Una derecha más hostil aún puede obstruir las leyes y hacer que el Gobierno dependa aún más del Partido Socialista

Marine Le Pen, líder del partido francés Reagrupamiento Nacional (RN), fue condenada el lunes a cuatro años de prisión en el juicio contra ella y su partido por malversación de fondos, junto con la prohibición de presentarse a cargos públicos durante cinco años. El tribunal determinó que, cuando era miembro del Parlamento Europeo, Le Pen y otros establecieron un sistema de contratos de trabajo falsos que les permitió desviar más de 4 millones de euros del Parlamento al RN. Le Pen ha recurrido la sentencia.
La eliminación legal de cara a la próxima campaña presidencial de la candidata considerada como la favorita de los sondeos corre el riesgo de envenenar el debate político francés durante los próximos dos años. Reforzará el argumento de Le Pen y sus partidarios del RN de que han sido durante mucho tiempo víctimas de un “sistema” de partidos mayoritarios que pretenden eliminarlos del juego político. No tardarán en señalar que el propio Bayrou afrontó en su día a acusaciones similares, de las que fue absuelto el año pasado por falta de pruebas. El destino político de Le Pen depende ahora de la celeridad del poder judicial, que nunca ha sido su principal característica. Pero los pocos meses que tardará un tribunal de apelación en pronunciarse elevarán la incertidumbre. Mientras, ella tiene todos los incentivos para mantener viva la ira.
La capacidad de Le Pen para derrocar al Gobierno de Bayrou parece limitada: el RN solo tiene 142 escaños de los 577 del Parlamento. Pero una derecha más hostil aún puede obstruir las leyes y hacer que Bayrou dependa aún más del Partido Socialista. Eso dificultará que Francia reduzca su deuda, que se prevé que alcance el 120% del PIB a finales de año, y que reúna los 40.000 millones adicionales al año que necesita para impulsar su ejército. Y el caos político probablemente mantendrá elevados los retornos de los bonos, perjudicando a la economía y a las finanzas públicas. Los bonos a diez años, al 3, %, ya han vuelto a máximos de 2023 por el masivo plan de estímulo alemán.
La indignación de Le Pen puede no solo contaminar la política francesa en los próximos dos años. Si se le impide presentarse en 2027 y el candidato de su partido pierde, el mandato del próximo presidente estará marcado por dudas sobre su legitimidad política. El efecto venenoso de la decisión del lunes puede sentirse en los años venideros.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías