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Análisis
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

El avance y transformación de las escuelas de negocios

En un mundo cada vez más interconectado, estas instituciones se han convertido en catalizadores de innovación y desarrollo

La Harvard Business School, en una imagen de 2024.

Las escuelas de negocios llevan desde finales del siglo XIX formando a los responsables de las corporaciones más influyentes y brillantes del planeta con el fin de contribuir a la mejora del bienestar de la sociedad. Fueron promovidas por los Estados Unidos con el claro propósito de hacer de este país el líder mundial. Su modelo, de las escuelas de negocio, se extendió durante el siglo XX por muchos países europeos por la necesidad de formación en dirección y gestión de empresas y para optimizar y mejorar la productividad de las instituciones mediante la puesta en marcha de variadas ofertas de seminarios y programas. Destaca el primer MBA, de dos años, impartido en Europa por el IESE, la escuela de dirección de empresas de la Universidad de Navarra, en el año 1964 gracias a un acuerdo con la Harvard Business School.

Desde los inicios hasta la actualidad miles de escuelas de negocios han surgido. Muchas de ellas con grandes éxitos de reconocimientos, como Harvard Business School, INSEAD, IESE o la Oxford Saïd Business School. Actualmente el mercado de la educación ejecutiva y los MBA, en general, continúan creciendo. Las solicitudes un 11% respecto al año 2023 y la facturación se estima que supere los 30.000 millones de dólares a nivel mundial.

Un denominador común en todas ellas es el interés por formar parte de asociaciones y obtener acreditaciones de calidad. La acreditación más importante para las escuelas de negocios parte de la Association to Advance Collegiate Schools of Business (AACSB), la mayor alianza mundial de educación empresarial. Con presencia en más de 100 países y territorios y más de 1.700 miembros, España cuenta con 25 instituciones en dicha asociación de las cuales nueve están acreditadas. En el mundo, solo el 5% de las escuelas de negocios se encuentran acreditadas por AACSB, que, entre otros aspectos, evalúa pilares relacionados con la estrategia, la infraestructura, los recursos financieros, académicos y administrativos, los procesos de enseñanza y aprendizaje, el impacto de las investigaciones e impacto del organismo en la sociedad, entre otros.

Pero, en relación con las acreditaciones se ha acuñado el término de la triple corona haciendo referencia a aquellas escuelas de negocios que han obtenido el sello de las tres acreditaciones más importantes: la comentada AACSB, EQUIS y AMBA. Tan solo el 1% de todas las escuelas de negocios del mundo cuentan con la triple corona y, entre ellas, se encuentran tres españolas, ESADE, IESE e IE Business School.

La formación e intereses en las escuelas de negocios está cambiando por la cada día más competitiva red empresarial, por las estrategias geopolíticas de los países y regiones y por la demanda de los estudiantes. Destacando, por ejemplo:

Los actuales estudiantes, muchos de ellos jóvenes, requieren de metodologías de aprendizaje activas y ágiles en donde los impactos de los programas sean tangibles a la realidad y a los desafíos del momento; debiéndose convertir en una piedra angular en la formación de las escuelas de negocios. Así mismo, cada vez con más frecuencia, los estudiantes buscan sus estudios a través de proveedores en línea y no directamente con las escuelas de negocios. Este hecho hace necesaria una adaptación de las escuelas, a las demandas de aprendizaje, para no perder oportunidades.

La formación y capacitación cada vez es más demandada por los trabajadores y por las empresas y por ello, las escuelas de negocios deben satisfacer tales requerimientos a través de la accesibilidad y la flexibilidad. Los ritmos de aprendizaje y los tiempos de dedicación ya no son fijos y las escuelas de negocios deben adaptarse ofreciendo poco más o menos que una “formación a la carta” o ad hoc para personas o grupos. Conceptos como el ciclo de vida del conocimiento o la personalización de conocimientos cada día están más presentes en un aprendizaje práctico y aplicado al mundo real.

La adopción de los avances tecnológicos en los programas de enseñanza son claves siendo necesario el aprovechamiento de herramientas como los sistemas de gestión del aprendizaje (LMS - Learning Management System), la realidad virtual (RV) y la inteligencia artificial (IA). De entre ellos destaca la IA, la cual deben incorporar estratégicamente las instituciones en sus programas tanto por el impacto educativo como por la competitividad que representa la herramienta para transformar los negocios.

El liderazgo ético

No debería ser necesario comentar este aspecto, pero la educación empresarial y las decisiones comerciales deben ser sinónimo de gestión ética e impacto social positivo. Las consideraciones éticas deben reforzarse más que nunca ante aspectos relacionados con los criterios ESG (environmental, social y governance) y el uso de herramientas tecnológicas como la IA.

Las perspectivas globales y el poder de las redes son elementos fundamentales de las escuelas de negocios. Siguen siendo vitales los programas de intercambio, las colaboraciones internacionales y, por ende, las formaciones sobre estrategias comerciales globales. En la misma línea las redes pueden forjarse bien por el desplazamiento físico o bien por las plataformas tecnológicas ampliando el ecosistema de aprendizaje interconectado.

Es indudable que las escuelas de negocios juegan un papel crucial en la formación de líderes y profesionales capaces de afrontar los retos complejos del entorno global actual. En un mundo cada vez más interconectado y en constante cambio, estas instituciones se han convertido en catalizadores de innovación, desarrollo y transformación. Su capacidad para adaptar los programas educativos a las nuevas demandas del mercado, integrar tecnologías emergentes y fomentar el pensamiento crítico, es clave para preparar a las generaciones futuras. El futuro de las escuelas de negocios se encuentra, sin duda, en su habilidad para evolucionar y seguir siendo relevantes, formando no solo empresarios exitosos, sino líderes responsables, éticos y comprometidos con el bienestar social y económico de las comunidades globales.

Juan José Prieto es profesor de la Universidad Complutense de Madrid.

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