Naturgy mueve ficha para cerrar las grietas en el capital
Se precisa un compromiso sin fisuras ni distracciones con la transición que requiere una compañía estratégica para el sector energético español


Naturgy presentó este jueves su nuevo plan estratégico para el periodo 2025-2027, una hoja de ruta que se marca el ambicioso objetivo de invertir en ese periodo hasta 6.400 millones de euros, un 10% más que en el último trienio. Resulta relevante, además, que un 75% de esos proyectos se concentren en España y se destinen a redes y energías renovables. No obstante, siendo importante esa declaración de intenciones, lo es más que la empresa mueva definitivamente ficha para resolver los problemas de gobernanza que atenazan desde hace años a la sociedad, con ilustres fondos internacionales deseosos de vender su participación en la gasista, al tener su ciclo inversor vencido.
Con ese afán, el consejo de administración propondrá a la junta de accionistas lanzar una opa voluntaria a 26,5 euros por acción hasta alcanzar el 10% del capital social (autocartera), “con el objetivo de recrecer el free float hasta un nivel adecuado, que permita a Naturgy volver a los principales índices bursátiles”, indicaba ayer la propia firma. En efecto, para impulsar la cotización de la compañía y para volver al foco de los analistas, es imprescindible que la sociedad recupere su lugar en el MSCI, indicador que agrupa a la aristocracia financiera y empresarial en Bolsa. Esa participación, que con toda probabilidad saldrá en parte de los sendos 20% que atesoran BlackRock y CVC, los fondos díscolos, permitirá a estos vender paquetes más pequeños en mercado sin provocar demasiadas alteraciones en la acción y, de este modo, facilitar la entrada de un nuevo accionista sin necesidad de lanzar una opa. Se trata, por lo tanto, de un movimiento que no solo engrasa una eventual transacción, sino que canaliza la operación salida de los fondos.
Naturgy, que ganó 1.900 millones en 2024, ha mantenido un desempeño más que notable en estos años pese a las divisiones entre los accionistas, lo que refleja la fortaleza de la compañía y pone en valor la gestión. No obstante, en pleno giro verde del sector y con el gas en tela de juicio, se precisa un compromiso sin fisuras ni distracciones con la transición que requiere una compañía estratégica para el sector energético español. CriteriaCaixa se ha mantenido durante los tiempos de zozobra como ancla industrial del proyecto. Ahora toca meter una marcha más. Sería deseable que el nuevo plan estratégico cogiera vuelo desde la estabilidad del capital. Se atisba una nueva etapa lejos del ruido.