Trump puede hacer atractivo para TSMC un acuerdo con Intel
Con el presidente amenazando con aranceles, una fusión puede ser un pequeño precio a pagar para protegerse

Donald Trump puede hacer lógico lo ilógico. Taiwan Semiconductor Manufacturing, el mayor fabricante de chips del mundo, está considerando tomar una participación en las fábricas de Intel a instancias de la administración del presidente estadounidense, según informó Bloomberg el viernes citando a una fuente. El CEO de TSMC, C.C. Wei, descartó una idea similar en octubre, pero con Washington preocupado por el destino de la empresa californiana y amenazando con imponer aranceles a sus rivales extranjeros, puede ser un pequeño precio a pagar para que el gigante asiático de 840.000 millones de dólares proteja su mercado más importante.
Cualquier posible unión entre los dos fabricantes de chips será complicada. Intel diseña y vende sus propios procesadores, además de fabricarlos para otras empresas, lo que la convierte en cliente y competidora de TSMC. Pero la empresa estadounidense se ha quedado rezagada frente a sus rivales en ambos negocios. A pesar de recibir miles de millones de dólares en ayudas públicas y financiación de gestores de activos como Brookfield, el futuro de Intel como empresa independiente, y mucho menos como fabricante de chips de vanguardia, es incierto.
Una de las posibilidades es que Intel se divida en dos. Broadcom ha estado estudiando un acuerdo con la unidad de diseño y comercialización de chips de la empresa, mientras que TSMC ha «estudiado» controlar algunas o todas las fábricas de chips de Intel, según informó el Wall Street Journal el fin de semana, citando fuentes. Como alternativa, TSMC podría hacerse con una participación del 20% en el negocio de fabricación por contrato de Intel, como parte de un consorcio que incluya a pares estadounidenses como Qualcomm, afirman medios locales de Taiwán. Un acuerdo de este tipo aliviaría cualquier preocupación por ceder el control a una entidad extranjera.
Sea cual sea la estructura, la operación supondría un cambio en la postura anterior de TSMC. Combinar fundiciones es muy difícil y costoso. Además, si TSMC se hace con el negocio de fundición de Intel, que se prevé que genere unas pérdidas operativas de 9.000 millones de dólares este año, según Visible Alpha, la empresa probablemente tendrá que compartir valiosos conocimientos y experiencia con un futuro competidor.
Una gran adquisición no formaba parte del plan A del grupo taiwanés para intensificar la fabricación en Estados Unidos, donde empresas como Apple y Qualcomm representaron el 70% de sus ventas el año pasado. Actualmente, TSMC está invirtiendo más de 65.000 millones de dólares para desarrollar tres fábricas punteras en Arizona. Los avances parecen prometedores: una planta está en producción, mientras que la construcción de las otras dos va por delante de lo previsto.
Sin embargo, Trump cambia el cálculo. Dice que Taiwán “robó” la industria estadounidense de fabricación de chips. El mes pasado amenazó con imponer aranceles de hasta el 100% a los semiconductores extranjeros, destacando los 16.000 millones de dólares en importaciones de chips procedentes de Taiwán el año pasado. También critica la Ley CHIPS de su predecesor, por la que se concedieron al grupo taiwanés 6.600 millones de dólares en financiación, más 5.000 millones en préstamos, así como créditos fiscales a la inversión. Los analistas de JPMorgan afirman que una prórroga de estas ayudas es “crítica” para las inversiones de TSMC: estos créditos expiran en 2026 y equivalen al 25% de los gastos de capital de las fábricas de Arizona. Para Wei, un acuerdo con Intel puede resultar atractivo después de todo.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Pierre Lomba Leblanc, es responsabilidad de CincoDías.