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Breakingviews
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Shell y Equinor aprovechan el declive del petróleo en el Reino Unido

Su nueva empresa conjunta es un movimiento defensivo ante las punitivas políticas del Partido Laborista

Logo de Shell en una gasolinera de Londres.
Logo de Shell en una gasolinera de Londres.May James (REUTERS)

Las grandes petroleras europeas se refuerzan en las agitadas aguas del Mar del Norte. ­Shell y la noruega Equinor combinarán sus activos de petróleo y gas en alta mar del Reino Unido en una empresa conjunta al 50% que se convertirá en la mayor productora independiente del país, con una producción combinada de más de 140.000 barriles diarios en 2025, según las propias empresas. Es un movimiento defensivo que les protege de las punitivas políticas del Partido Laborista. También podría allanar el camino para una salida más fácil.

Mientras el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, habla de “­drill, baby, drill” (perfora, cariño, perfora, eslogan de los republicanos creado en 2008) en apoyo del crecimiento del petróleo y el gas en Estados Unidos, el primer ministro británico, Keir Starmer, está adoptando un enfoque diferente. El mes pasado, su Gobierno aumentó el impuesto sobre las ganancias inesperadas, introducido inicialmente en 2022 a raíz de la escalada de los precios de la energía tras la guerra de Ucrania. La subida eleva el impuesto general sobre el sector al 78%, uno de los más altos del mundo.

Por tanto, la fusión de ambas empresas ayuda a mitigar estos riesgos al crear un grupo más grande y eficiente. La entidad tendrá su sede en Aberdeen (Escocia) y se creará para sostener la producción nacional de petróleo y gas y la seguridad del suministro energético en Gran Bretaña, señalaron las empresas. El acuerdo está pendiente de las aprobaciones regulatorias y se espera que concluya a finales de 2025.

Shell aporta más efectivo a través de su cartera británica, más grande y madura, mientras que Equinor aporta un beneficio fiscal. Según los analistas de Barclays, la empresa noruega ha acumulado 6.000 millones de libras (7.200 millones de euros, al cambio actual) de pérdidas fiscales diferidas que la nueva compañía podría utilizar para compensar futuros beneficios imponibles. La nueva entidad también será propiedad conjunta de Shell y Equinor, lo que significa que ninguna de las dos tendrá que consolidar plenamente sus operaciones o gastos de capital en sus cuentas.

Shell y Equinor siguen un camino trillado. A principios de este año, la petrolera independiente británica Ithaca Energy compró casi todos los activos productores de petróleo y gas del Mar del Norte de la italiana Eni en una operación de 754 millones de libras (911 millones de euros). En aquel momento, una fuente cercana a la operación afirmó que las sinergias fiscales para compensar el aumento de los impuestos eran el factor clave de la transacción.

El acuerdo de Shell y Equinor crea una opción de salida útil si se intensifican los vientos políticos en contra. Por el contrario, si el Gobierno británico se muestra más favorable a la industria petrolera, el dúo podría repartirse el botín de cualquier petróleo que se extraiga en el campo petrolífero Rosebank, que antes de la operación pertenecía en un 80% a Equinor. Pero con poca claridad sobre el rumbo que tomará el viento, unir fuerzas es una forma sólida de gestionar un sector en declive.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías



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