El apoyo a Valencia debe mantenerse en el tiempo
Hace bien el Gobierno en luchar contra los mensajes que debilitan el Estado, pero no ha de olvidar que para combatir esas ideas el apoyo de las administraciones tiene que ser efectivo y perdurar
El Gobierno aprobó ayer un nuevo paquete de ayudas para las familias y empresas afectadas por la catástrofe meteorológica de la dana de Valencia. Se trata de 110 medidas que refuerzan la protección de los trabajadores, aceleran la gestión de las compensaciones e incluyen iniciativas para reconstruir cuanto antes las zonas dañadas por la riada. El nuevo paquete está dotado con 3.765 millones de euros, que se suman a la primera batería de ayudas aprobada la semana pasada, dotado con 10.600 millones. En total, el Ejecutivo ha desplegado en menos de 12 días ayudas por más de 14.000 millones, según recalcó ayer el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien compareció tras un Consejo de Ministros extraordinario, para explicar el nuevo plan y defender el papel del Estado ante un suceso de la gravedad sufrida en Valencia.
El presidente ha ordenado pisar el acelerador para desplegar todos los medios materiales que hagan falta y recuperar el relato de la comunicación tras la dana, que ha sido aprovechada por grupos de extrema derecha para lanzar bulos sobre la actuación del Estado. Sánchez quiere recuperar el terreno perdido tras la visita de la semana pasada a Paiporta, junto a los reyes y a Carlos Mazón, donde fueron atacados por los vecinos con barro y el presidente fue golpeado con un palo en la espalda, un hecho que le llevó a abandonar la visita.
Por eso, Sánchez dedicó buena parte de la intervención de ayer a combatir la idea de que “solo el pueblo salva al pueblo”. Un argumento que contribuye a alimentar los populismos y la idea de que las administraciones públicas no sirven de nada. “El Estado somos todos, también la gente que paga sus impuestos para que el Estado responda de manera eficaz y equitativa”, subrayó Sánchez, que se ha conjurado para desmontar la idea de “estado fallido”. Hace bien en luchar contra los mensajes que debilitan el Estado, pero no debe olvidar que para combatir esas ideas el apoyo de las administraciones debe ser efectivo y mantenerse en el tiempo.
Pese a las dudas mostradas los primeros días, el Gobierno ha recuperado el pulso y se ha dado prisa en desplegar las ayudas. Pero debe evitar caer en el error de pensar que es suficiente con este primer impulso. Los expertos en este tipo de catástrofes recuerdan que el esfuerzo para apoyar a las zonas golpeadas por desastres meteorológicos debe mantenerse en el tiempo. Insisten en que, más allá, del primer salvavidas, el apoyo público tiene que extenderse durante años. No se trata solo de reconstruir las zonas dañadas, también de reformar los cauces y cuencas hidrológicas y abordar medidas urbanísticas y planes inmobiliarios para evitar que vuelva a ocurrir.