Trump gana, Europa debe moverse
Su triunfo lanza un mensaje a las derechas de todo el mundo y las democracias liberales europeas deben reforzarse
El triunfo de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos ha sacudido la política mundial y enviado un poderoso mensaje a los mercados, con implicaciones importantes para la UE y, especialmente, España. Para su nuevo mandato, el republicano ha avanzado que aplicará una nueva ola de aranceles de hasta el 20% para todos los productos extranjeros, incluido los europeos. Mientras tanto, ha prometido más rebajas de impuestos. Los mercados han hecho una lectura elocuente de lo que se avecina: las bolsas europeas comenzaron a bajar cuando se confirmó el resultado y el Ibex 35 es el que salió peor parado, con la caída más aguda desde la crisis por Credit Suisse. Mientras, el Dow Jones, el índice de valores industriales, referencia de la Bolsa estadounidense, experimentó la mayor ganancia en dos años, de hasta el 3%. En el caso de España, influyó la exposición de dos de sus grandes pesos pesados, BBVA y Santander, a Latinoamérica.
Al mercado no le gusta la incertidumbre y, a diferencia de lo ocurrido en 2020, cuando el desenlace se demoró días, esta vez el escrutinio quedó claro en pocas horas. El dólar avanzó al mayor ritmo desde 2020, animado por las perspectiva de mayor crecimiento económico y los tipos de interés de la deuda a largo plazo subieron por las perspectivas de más inflación (por más aranceles y menos inmigrantes) y más déficit público (por impuestos).
Este escenario obliga a la Unión Europea a avanzar en algunas de esas tareas que plantean los informes Draghi y Letta sobre la competitividad. Deben los países miembros reforzar su mercado de capitales para poder competir con Estados Unidos, deben los países miembros esquivar el esquema de una bipolaridad EE UU-China ante la que tomar partido y apostar por un escenario multipolar en el que la UE sea un polo más frente a los dos gigantes. Nos adentramos en un tiempo más proteccionista y Europa debe caminar a una en semejante escenario. El republicano había sido favorito en las encuestas en las últimas semanas y los datos para los estados decisivos en la victoria se encontraban muy ajustados hasta el final, pero la abrumadora victoria de Trump, en todos y cada uno de esos territorios disputados, además de en votos populares –es decir, papeletas puras y duras– no estaba en las quinielas. El magnate vuelve a la Casa Blanca cuatro años después de haber sido derrotado en las urnas y lo hace a los 78 años, como delincuente convicto y procesado por instigar el asalto al Capitolio. Su triunfo lanza un mensaje a las derechas de todo el mundo y las democracias liberales europeas deben reforzarse.
