Europa se encamina hacia una musculosa política industrial
Von der Leyen aumenta su influencia sobre las cuestiones principales de la economía de la UE para los próximos años
Ursula von der Leyen no ha perdido el tiempo a la hora de ocupar el vacío creado en Europa por el debilitamiento de los Gobiernos de Francia y Alemania. La asignación el martes de altos cargos por parte de la presidenta a sus colegas comisarios europeos puede considerarse una toma de poder que aumenta su influencia sobre las principales cuestiones que configurarán la economía de la UE durante los próximos cinco años. Cabe esperar que Bruselas se muestre más dura en materia de comercio, más laxa en las políticas de competencia y más indulgente con el tipo de política musculosa que Francia, a través de su propio enviado, seguirá defendiendo.
La presidenta de la Comisión, recientemente nombrada para otro mandato de cinco años, ha consolidado su poder haciendo que los comisarios encargados de las principales carteras dependan directamente de ella, en lugar de hacerlo de los vicepresidentes ejecutivos que están por debajo. También ha nombrado a algunos comisarios relativamente inexpertos para carteras clave.
Los asuntos de competencia serán supervisados por la nueva vicepresidenta ejecutiva Teresa Ribera. Es poco probable que la ahora ministra española para la Transición Ecológica, socialista y novata en cuestiones antimonopolio, se forme una doctrina rápida sobre su cometido, que, dado su papel crítico en la vigilancia del mercado único, es un área en la que la Comisión ejerce un poder real. Ello sugiere que cabe esperar que continúe la relajación gradual del enfoque antaño estricto defendido por Margrethe Vestager, y que aumente la influencia de Von der Leyen mientras Ribera se embarca en su propia curva de aprendizaje. París y Berlín han criticado a menudo las decisiones de Vestager, que a veces anteponían la preocupación por la competencia a la necesidad de crear paladines industriales europeos. Puede que ahora tengan menos motivos para hacerlo.
La importantísima cartera de Comercio, por su parte, será competencia de Maros Sefcovic, que dependerá directamente de Von der Leyen. El eslovaco lleva 15 años como miembro de la Comisión, y últimamente se le había encargado negociar con el Reino Unido los acuerdos post-Brexit. Tiene autoridad propia, pero es nuevo en asuntos comerciales. Por tanto, es probable que Von der Leyen mantenga su postura dura respecto a China, últimamente enfrentada a Gobiernos nacionales como Alemania y España en materia de aranceles.
Por último, la política industrial formará parte de la cartera de Stéphane Séjourné, el representante francés que el presidente Emmanuel Macron nombró hace unos días después de que Von der Leyen se negara a dar una cartera importante al comisario saliente Thierry Breton. Séjourné, un adlátere de Macron, ha sido nombrado vicepresidente ejecutivo, aunque sus atribuciones se han reducido en comparación con las de Breton. Pero sigue significando que la política industrial tendrá un fuerte aroma francés, lo cual tendrá importancia cuando las subvenciones o las ayudas estatales se debatan entre los 27 comisarios.
Con el presidente francés debilitado en casa por dos derrotas electorales sucesivas y el Gobierno de coalición alemán paralizado por sus divisiones en menos de un año de vida, Von der Leyen tenía la oportunidad de saltar y hacerse con el timón. París y Berlín tendrán que vérselas con una Bruselas resurgida.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías