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A fondo
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

La importancia del capital organizativo ya fue descrita hace 25 siglos en ‘El arte de la guerra’

El libro de Sun Tzu está vigente y se puede extrapolar al mundo de los negocios

La icónica estatua del toro en Wall Street.
La icónica estatua del toro en Wall Street.CARLO ALLEGRI (REUTERS)

El capital organizativo es el componente del capital intelectual menos estudiado, medido y valorado. No obstante, ya fue descrito en China hace más de 2.500 años en uno de los grandes libros clásicos de estrategia militar: El arte de la guerra.

El libro fue presuntamente escrito por el militar y filósofo chino Sun Tzu. Es considerado uno de los mejores libros de estrategia militar de todos los tiempos, e incluso en la actualidad, sus consejos pueden ser utiles. Las ideas del autor están recogidas en los trece capítulos que conforman el libro por medio de la enumeración de una serie de consejos.

El arte de la guerra está vigente hoy en día, pudiendo ser extrapolable al mundo de los negocios, porque las guerras y las maniobras estratégicas de la que habla el autor se han trasladado al ámbito de la competencia empresarial. Existen grandes similitudes entre el campo de batalla y el mundo de los negocios: cuidadosa planificación, uso de los recursos materiales y humanos y estrategia. Por ello, es posible analizar este libro desde un punto de vista empresarial y no desde el punto de vista estratégico-militar sobre el que está escrito, sustituyendo los vocablos “ejercito” por “empresa”, “general” por “gerente” o “suministros” por “recursos”.

Dentro de sus contenidos del libro existe alusión a términos integrantes del capital organizativo, aspecto relevante porque fue el último componente de los activos inmateriales de las empresas sobre el que se puso énfasis en la gestión y valoración, y sin embargo 25 siglos antes ya había sido puesto de manifiesto como fundamental.

Es posible encontrar diversos aspectos del capital organizativo a lo largo del libro, concediéndoles el autor un gran valor a cada uno de ellos. Destaca el análisis realizado por el autor sobre ocho componentes del capital organizativo: gestión del capital humano, liderazgo, planificación, estructura organizativa, flujos de información, análisis de la competencia, análisis del mercado y análisis DAFO. Sin ánimo de ser exhaustivos, dejamos unas pinceladas de cada uno de ellos.

Gestión del capital humano: en el primer capítulo, Sun Tzu hace hincapié en la importancia del mando y la disciplina. En el segundo capítulo destaca la política de la gestión del capital humano respecto a las recompensas justas. Remarca la importancia de premiar a los soldados más diestros, lo que se puede extrapolar a conceder mayores recompensas a los empleados más valiosos, que son los más eficientes y eficaces. El autor advierte que no es lógico recompensar a todos por igual, independientemente del esfuerzo realizado para sacar adelante un proyecto.

En el quinto, Sun Tzu recalca la importancia del entusiasmo, la convicción, el orden, la organización, los recursos y el compromiso de los soldados para permitir que cada cual sea útil en aquello que mejor sabe hacer. El noveno capítulo incide en la planificación de las batallas, en el cuidado de los soldados, prestando especial atención a la salud física de los mismos y en el aprovechamiento de los factores ambientales en el campo de batalla. Ello se puede extrapolar a que las acciones que emplean los directivos de la organización son el resultado de los planes y las estrategias; también a que es básico buscar una ventaja competitiva, ya que, si se logra aprovechar en todos los factores, será beneficioso para la empresa. Además, que si en una empresa las órdenes son razonables, justas, claras y consecuentes, habrá mayor probabilidad de éxito y conllevará una situación de satisfacción que se extenderá a todos los empleados.

Liderazgo: el autor valora como fundamental el liderazgo pues, tanto en su época como en la actualidad, el que sabe manejar y dirigir a las personas termina convirtiendo sus acciones en grandes éxitos. En el octavo, el autor describe las cualidades que todo general (gerente) debe poseer para poder tener autoridad sobre su ejército (empleados), entre las que destacan: sabiduría, equidad, humanidad, coraje y severidad. Esto es completado con el undécimo capítulo, donde Sun Tzu indica algunos comportamientos que deberían tener los líderes, destacando la importancia de ser tranquilos, reservados, justos y metódicos.

Planificación: en el tercer capítulo se recoge la necesaria y detallada planificación de los ejércitos y batallas, incidiendo en la importancia de anticipar un plan de actuación, huyendo de la improvisación y siempre con una estrategia previa antes de emprender alguna tarea.

Estructura organizativa: el libro considera a la estructura organizativa como la base del éxito. Cuando se tiene una buena estructura y la organización de la empresa es adecuada para las tareas, el equipo confía en el líder y lo siguen en circunstancias difíciles. Para el autor no es mejor quien tiene al equipo conformado por un mayor número de personas, sino quien sabe controlarlo y tiene una organización estable. El autor explica cómo un grupo trabaja mejor con métodos y procedimientos que en realidad entiendan. Se sienten cómodos al saber lo que está pasando y tienen la mente más despierta, y esto es necesario para el éxito.

Flujos de información: el tercer capítulo recoge la importancia de la información y de sus flujos. Uno de los motivos por los cuales un general alcanza la victoria es porque conoce por adelantado la información esencial. Es importante conocer cómo y dónde obtener dicha información, así como poder controlarla y hacer buen uso de ella.

Análisis de la competencia: en el décimo tercer capítulo se incide en el estudio de la competencia, la importancia que tiene conocer sus puntos débiles y puntos fuertes, para de esta manera comparar nuestros recursos con los de ellos.

Análisis del mercado: en el décimo capítulo, Sun Tzu enumera causas que pueden llevar a la derrota, entre las que destaca: no calibrar bien tus fuerzas, ya que nunca sabrás cuál es tu verdadera capacidad de actuación; no poseer un buen entrenamiento, pues no podrás conseguir salir victorioso; y no seleccionar adecuadamente a los mejores soldados (mejores empleados para llevar a cabo los proyectos empresariales).

Análisis DAFO: en el cuarto capítulo se incide sobre la fortaleza de los individuos, planteando que la invencibilidad está en uno mismo, mientras que la vulnerabilidad en el adversario. Por tanto, si te conoces a ti mismo y sabes cuáles son tus debilidades, tus amenazas, tus fortalezas y oportunidades (asimilable a un análisis DAFO), con respecto a la competencia podrás llegar a ser invencible (competitivo en el mundo de los negocios).

Miguel Ángel Villacorta es profesor en la Universidad Complutense y ganador del Premio Internacional AECA de Artículos 2024.

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