El montañista que tendrá que esperar en el campo base de CVC
Rob Lucas, nuevo CEO, lleva casi tres decenios en el grupo, que el viernes celebró una exitosa OPV
En las típicas charlas de motivación a la plantilla, Rob Lucas (61 años) puede dar ejemplos tangibles: por ejemplo, su ascensión al Everest y al K2. Acaba de empezar la subida de un nuevo pico: la salida a Bolsa del gigante del capital riesgo británico que dirigirá a partir de ahora, CVC Capital Partners. Es la mayor OPV de lo que va de año en Europa. Eso sí, si quiere hacer caja con la operación, tendrá que esperar tres años.
Las acciones se dispararon más de un 20% en su estreno, el viernes en la Bolsa de Ámsterdam. Recaudó 2.000 millones de euros, que supone una valoración del grupo de 14.000 millones, tras fijar un precio de 14 euros por acción. El rango inicial era de 13-20 euros. 250 millones irán destinados a nuevo capital, mientras que el resto se destinará a los actuales accionistas, aunque varios de ellos, entre ellos Lucas, tendrán que esperar para vender.
Lucas será a partir de ahora consejero delegado, además de socio director. Antes era copresidente del consejo de private equity para Europa/Américas. Es el socio director principal del comité de inversiones para estrategias de Europa/Américas y oportunidades estratégicas. También supervisa el negocio de private equity en Reino Unido, las inversiones en deportes (en las que está muy activo, como con la compra de MotoGP y su acuerdo con LaLiga), medios de comunicación y entretenimiento a escala mundial, y los servicios financieros en Europa.
Se graduó como ingeniero en el Imperial College de Londres y comenzó su carrera profesional en la firma de capital riesgo 3i, especializada en middle-market e infraestructura, con sede en Reino Unido. Trabaja en CVC, en Londres, desde 1996, con lo que acumula ya casi tres decenios en ella.
Está casado y tiene dos hijos. Es un alpinista entusiasta y, a lo largo de los años, ha escalado varios picos importantes de todo el mundo, incluido el Everest (8.849 metros de altura) en 2016, y cinco años después, el K2 (8.611 metros), la segunda montaña más alta del mundo, pero posiblemente más difícil de escalar que el propio Everest.
Para llegar a Pakistán y a la cordillera del Karakórum, a la que pertenece el K2, tuvo que navegar las complejidades de movilidad de la pandemia. Tras volar al valle desértico de Skardu, en el noreste del país, a finales de junio de 2021, pasó varias semanas aclimatándose. Comía carne de cabra local y pan de plátano hecho por su hija. Su grupo tuvo que esperar a que amainara el fuerte viento antes de iniciar la dura escalada, de seis días de duración.
“Ha sido toda una aventura”, publicó en Instagram después de descender por la llamada zona de la muerte hasta el campo base.
Le describen como tranquilo y circunspecto, con un estilo más suave que el de Donald Mackenzie, uno de los cofundadores de CVC, junto a Steve Koltes y Rolly Van Rappard (actual presidente). En todo caso, Lucas tendrá que afinar su habilidad para las relaciones públicas a partir de ahora.
El CEO mantiene un perfil bajo, al igual que Fred Watt, hasta ahora director de operaciones, y que es el nuevo director financiero. Ocupó este mismo cargo en Royal Bank of Scotland, y lo abandonó en 2006 para pasar más tiempo con sus dos hijas gemelas. Los directivos de CVC son muy discretos, aunque a veces dan sorpresas: Alexander Dibelius, director para Alemania, apareció en Instagram con el torso desnudo haciendo pesas, junto a su mujer. En 2016, la empresa fue objeto de una demanda por sexismo presentada por una empleada. El asunto se resolvió sin que CVC admitiera haber cometido ningún delito.
El grupo llevaba dos años intentando salir al parqué, aunque lo fue aplazando por la volatilidad de los mercados. Lucas, al igual que el presidente Van Rappard, el responsable de la firma en España, Javier de Jaime, y el resto del personal actual, no podrá vender sus acciones hasta dentro de un trienio. A partir de esa fecha, las personas con información privilegiada se enfrentarán a nuevas restricciones de venta durante otros dos años, en los que solo podrán vender sus participaciones a razón de un 25% anual.
Mackenzie y Koltes, que han dejado sus responsabilidades en el grupo en los últimos años, sí que han vendido acciones en la OPV, por valor de 140 y 32 millones de euros, respectivamente. La mayor parte de la oferta de títulos procede de institucionales como el fondo soberano de Singapur GIC. Mackenzie conserva la mayor parte del 7% que posee, lo que le deja con más de 800 millones de capital en la empresa, mientras el de Koltes se queda en 600 millones. Forbes estima que cada uno de estos tres cofundadores (los otros cinco dejaron la compañía del todo) tiene un patrimonio de al menos 1.000 millones de dólares. Lucas tiene un 3,5% de CVC, que equivale a 500 millones de euros, y De Jaime, una cantidad similar.
El hecho de que los empleados tengan que esperar en el campo base explica, según Liam Proud, analista de Reuters, que CVC haya optado por una valoración modesta, comparada con la de sus rivales cotizados EQT y Blackstone. La subida del viernes confirma esa impresión. Parece que la escalada será relativamente sencilla.
Otra experiencia
Fue durante un breve periodo de tiempo consejero delegado de Merlin Entertainments, empresa británica de parques temáticos y otras atracciones turísticas, cuando era propiedad de CVC, hace una década.
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