Las bodas y el nacionalismo económico indio
El Gobierno quiere mantener en casa el turismo y los casamientos para proteger su moneda
Anant Ambani, consejero de Reliance Industries, e hijo del presidente, Mukesh Ambani, ha celebrado en su país natal, India, su fiesta prenupcial de tres días. Se casará en julio. Es la respuesta al llamamiento del primer ministro, Narendra Modi, a evitar las bodas en el extranjero. La hija de Ambani, también consejera, celebró su fiesta de compromiso en Italia en 2018.
Las bodas indias pueden ser espectáculos caros y acontecimientos de sociedad. Los invitados, entre los que había inversores y socios de Reliance, como Mark Zuckerberg, de Meta, Bruce Flatt, de Brookfield, y Murray Auchincloss, de BP, disfrutaron de la actuación de Rihanna y de 500 platos creados por 100 chefs. La teleco de Reliance, Jio Platforms, cuenta con Facebook entre sus principales accionistas; el grupo también se ha asociado con Brookfield Infrastructure para construir centros de datos y con BP para las gasolineras de todo el país.
Mantener las bodas en casa es la última señal del creciente nacionalismo económico de India. Modi promueve la costa de Kerala frente a las Maldivas, populares entre los indios, que ya afrentan restricciones para llevar dinero al extranjero. El Gobierno intenta frenar su deseo de comprar oro importado como parte de su esfuerzo por mantener bajo control el déficit por cuenta corriente.
Puede que Modi también tenga un ojo puesto en apoyar los esfuerzos del banco central para proteger la rupia y, por extensión, el atractivo del país como destino de inversión. La moneda se ha depreciado un 2,9% anual frente al dólar en los últimos 10 años, lo que aumenta la tasa de rentabilidad que buscan los inversores.
Ese es el verdadero premio. La economía india crece deprisa, pero la inversión extranjera directa no sigue el mismo ritmo. El banco central usa parte de sus 619.000 millones de dólares de reservas de divisas para mantener la moneda en un rango estrecho, aunque India insiste en que no interviene en exceso.
Por ahora, los ruegos de Modi ponen de relieve un viento de cola: la gran y creciente reserva de capital cautivo del país. Eso ayuda a apuntalar la Bolsa a valoraciones persistentemente altas. El MSCI India cotiza a 22 veces los beneficios futuros, el doble que otros emergentes. Eso da a los invitados a la boda de Ambani algo más por lo que alegrarse.
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