Las claves: la distopía de la IA y los fármacos antiobesidad, y las guerras de Biden
Los éxitos de la Bolsa apuntan a un futuro de realidad virtual y sedentarismo

Un futuro distópico en el que todo el mundo vive enganchado a la realidad virtual, generada por inteligencia artificial, sin prácticamente hacer ejercicio físico, pero tomando medicamentos contra la obesidad que mantienen su peso a raya. Esa imagen, que recuerda a la película WALL-E, de Pixar, es la que perfilan los grándes éxitos bursátiles actuales: la IA y las tecnológicas, por un lado, y las farmacéuticas que han encontrado la gallina de los huevos de oro en forma de tratamientos inicialmente diseñados para la diabetes, pero que ahora se pretenden extender al sobrepeso en general.
Hay muchos obstáculos potenciales que, por ahora, el mercado prefiere ignorar. Por ejemplo, si las economías de escala harán asequibles los fármacos, siquiera para los sistemas sanitarios. O también, si los efectos secundarios no serán lo suficientemente graves para contrarrestar los positivos. En la película de Pixar, humanos y robots acaban trabajando juntos, de manera que aquellos salen de su aburguesamiento. Novo Nordisk y Eli Lilly preferirán otro final.
Vuelven las escaramuzas comerciales de EE UU, ahora con Biden
La salida del Ejército de EE UU de Afganistán la firmó Donald Trump y la ejecutó Joe Biden. Aunque en público se tiren los trastos a la cabeza (ahora en torno a la ayuda a Ucrania), demócratas y republicanos coinciden en casi todo en cuanto a política exterior.
Ahora el inquilino de la Casa Blanca amenaza con recuperar los aranceles impuestos por su predecesor al acero y el aluminio procedentes de México, porque a su vez vienen de terceros países, incluido China. De fondo, las elecciones presidenciales en ambos países.
La distribución tiene una mala fama que no corroboran los datos
El problema de rebajar los impuestos indirectos es que es muy fácil que el precio final acabe absorbiendo la diferencia, dado que son la oferta y la demanda las que terminan ajustando lo que pagan los consumidores. El recorte del IVA de los alimentos básicos corría, pues, peligro de diluirse entre las subidas que han seguido aplicándose por la inflación de los costes. La CNMC analizó ya en verano si la distribución estaba engordando sus márgenes a costa del usuario, y dictaminó que no era así. Ahora se lanzará otra averiguación, por nuevas denuncias presentadas ante el Ministerio de Consumo. Sumar acusa a menudo a la distribución de engordar sus márgenes de forma injustificada, pero los datos suelen desmentir esa visión.
La frase del día
Es importante lograr que la liberalización del comercio con la UE continúe [a pesar de las protestas de los agricultores polacos contra la exención arancelaria a los alimentos ucranianos]
Volodimir Zelensky, presidente de Ucrania
Normas para evitar que se metan en nuestra mente (sin permiso)
Dada la alegría con la que cedemos nuestros datos y nuestras palabras a las tecnólogicas, a cambio de usar sus servicios sin pagar dinero, hay motivos para sospechar que haremos lo mismo con nuestros pensamientos cuando a cambio de dar acceso a ellos, podamos hacer estupendos viajes virtuales o disfrutar del videojuego de moda. Pero está bien que, al menos, haya cobertura legal que nos proteja teóricamente de la intromisión en nuestra mente. Es a lo que se dedica el científico español Rafael Yuste, que no ha logrado ser profeta en su tierra, después de impulsar normativas sobre neuroderechos en Chile, Brasil y EE UU. Dice que los políticos suelen ponerse de acuerdo en este asunto: quizá solo sea para evitar que sus contricantes se metan en el cerebro de los electores.
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