No basta con que Orsted se apriete el cinturón
Los previstos recortes de tipos pueden ayudar, sin necesidad de que haga mucho más
Orsted ha aprendido por las malas cómo pueden dar marcha atrás los fuertes vientos de cola. Hace menos de un año, apuntaba a un rápido crecimiento en EE UU, gracias a las subvenciones verdes. Pero la rápida subida de los tipos y sus propios errores la dejaron fuera de balance, y obligaron a su CEO, Mads Nipper, a soportar 4.000 millones de dólares en pérdidas de valor y 1.400 millones en gastos de cancelación de proyectos. El ajuste de cinturón de ayer es solo el primer paso.
La decisión de recortar su objetivo de capacidad energética para 2030 de 50 gigavatios a tan solo 35 implica una reducción significativa del gasto de capital. También suprimirá hasta 800 empleos y suspenderá los dividendos tres años. A los inversores, que han soportado una caída del 40% en menos de un año, no les gustará. Pero de esta forma, Orsted no necesitará recurrir a una ampliación de capital para reforzar su balance, y la deuda del grupo no debería de amenazar su rating de grado de inversión.
Dado que solo tiene 16 GW de capacidad instalada, su historia de crecimiento no ha saltado por los aires del todo, y aún prevé retornos de hasta 300 puntos básicos por encima de su coste de capital. Aun así, Bernstein estima que la nueva orientación significa que el ebitda crecerá a un ritmo anual compuesto más lento, del 8%, en 2023-30, respecto al 14% anterior. Peor aún: a 375 coronas danesas por acción, los inversores apenas dan crédito a este crecimiento, según Bernstein.
Gran parte es porque las meteduras de pata de Orsted sugieren que no sabe lo que está haciendo. Pese a las nuevas promesas de mejorar la planificación de contingencias y de un mayor escrutinio de los proveedores, la protección de la inflación y los plazos de los proyectos, es difícil asegurar que estos problemas de credibilidad vayan a desaparecer pronto. Pese a varios ceses de ejecutivos, incluido el del presidente Thomas Thune Andersen ayer, Nipper sigue al mando.
Dos cosas deberían ayudar. Algunos actores de su cadena de suministro se están recuperando: Vestas (aerogeneradores) subió ayer un 6% gracias a unos resultados alentadores. Y más importante, hay una fuerte correlación inversa entre los tipos y las acciones de los actores de la transición verde. Si los recortes de tipos previstos hacen subir a Orsted, puede que descubra que su vida es más fácil sin tener que hacer mucho más.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías
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