Google y la mujer del César, y una burbuja que aún no está considerada como tal
Las aplicaciones de Alphabet cuidarán nuestra privacidad, o al menos lo parecerá
El ecosistema Alphabet puede ser muy absorbente. Como sus distintas aplicaciones están vinculadas entre sí, las recomendaciones que hacen al usuario están hiperretroalimentadas, de modo que casi siempre encuentra algo que le interesa, aunque también reduce las probabilidades de encontrar estímulos nuevos.
Eso puede cambiar ahora que la matriz de Google plantea que el internauta pueda desvincular los distintos servicios del grupo, para que no compartan información entre sí, salvo en casos puntuales como los pagos. En la práctica, no está claro en qué mejora la privacidad que las divisiones de Google sean estancas entre sí, cuando la matriz puede acceder a todos los datos; pero, al menos, la mujer del César ahora parecerá honrada.
La cuestión de fondo es cómo hemos cedido el conocimiento de prácticamente todo cuanto hacemos en internet, incluido el correo electrónico o los mensajes de Whatsapp, a cambio de meras herramientas, por prácticas que sean.
El Tesoro escucha al respetable y mantiene la oferta de letras
A veces, los cantantes o los grupos musicales se cansan de sus grandes éxitos, y se hacen los remolones cuando su público se los pide en los conciertos. En el caso de Bob Dylan, siempre desafiante, deforma y transforma los temas hasta hacerlos irreconocibles. El Tesoro, por el contrario, escucha al respetable y mantendrá este año las emisiones de letras, dado el apetito mostrado por los particulares, frente a las reducciones de ejercicios pasados.
El reto del organismo, sin embargo, es conseguir que los fans eduquen el oído, se enganchen a temas menos líquidos, y se pasen a la deuda a medio plazo.
El comercio mundial sigue estando eminentemente interconectado
Pese a las fuerzas proteccionistas y antiglobalización, la realidad es que el comercio mundial sigue estando muy interconectado, y que el aleteo de una mariposa en el mar Rojo puede provocar un huracán en el centro de Madrid, por ejemplo. La patronal del gran consumo, Aecoc, avisa de que ya se notan los efectos del conflicto de Oriente Próximo en el coste de los fletes, que tienen que dar la vuelta por el sudafricano cabo de Nueva Esperanza.
Ahora que los precios empezaban a dar cierto respiro (aunque la inflación supera el 3%, algo que en otros tiempos habría sido intolerable), un foco clásico de inestabilidad política vuelve a generar tensión en los costes de las empresas, que acaban repercutiéndolos en los consumidores.
La frase del día
“La estabilidad financiera es solo una dimensión de la IA, hay muchas otras consecuencias potencialmente más importantes, que, si no se gestionan bien, podrían cambiar el curso de la historia, no necesariamente para bien”
Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España y presidente del Comité de Supervisión Bancaria de Basilea
El reparto a domicilio, una burbuja que aún no está considerada como tal
Las criptomonedas o los NFT se llevan la fama en cuanto a burbujas especulativas, pero hay algún otro sector al que no se le adjudica ese apelativo, a pesar de que lo tendría bien merecido. Se trata de las empresas de reparto de comida a domicilio, que rara vez han conseguido beneficios, si es que lo han hecho alguna vez. Ayer fueron castigadas en Bolsa tras un informe negativo de BNP Paribas Exane.
Los inversores siguen confiando, se supone, en que las más débiles vayan rindiéndose y dejando su hueco a unas pocas triunfadoras, que entonces podrían subir las tarifas aprovechando su dominio del mercado. Pero la potencial clientela de unos precios más altos se reduciría notablemente, por lo que no parece tampoco fácil la rentabilidad en ese escenario, que lleva años haciéndose de rogar.
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